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Policías antimotines fueron llamados al Hogar Seguro

    Foto: Jasmin López

En la más reciente audiencia por el #CasoHogarSeguro, el exjefe del Núcleo de Reserva de la Policía Nacional Civil (PNC) reveló que esta unidad llegó al Hogar Seguro Virgen de la Asunción fuertemente armada para contener a las y los menores de edad que protestaban en el albergue. 

Por Jasmin López

Con granadas de gas lacrimógeno, batones y bocachas (armas de fuego) se presentó el Núcleo de Reserva de la PNC el 7 de marzo del 2017 en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Así lo relató Walter Keny Castañeda, ex jefe de esa unidad de la Comisaría 13, en la audiencia realizada el 1 de octubre. Esta división tiene como tareas habituales el control de masas y el patrullaje en zonas rojas, pero ese día fueron llamados a contener a los y las adolescentes del albergue estatal, donde el 8 de marzo de ese mismo año murieron quemadas 41 niñas, mientras que 15 sobrevivieron con graves heridas físicas y severos traumas psicológicos.

Castañeda, quien en la actualidad ya no trabaja para la policía, dijo en su declaración que el 7 de marzo su unidad fue llamada por uno de los acusados en el caso, el exsubcomisario Luis Armando Pérez Borja, para sumarse a los policías encargados de retomar el control en el hogar. Las y los menores de edad bajo resguardo habían organizado un motín para protestar por los malos tratos que sufrían en el lugar. En informes, declaraciones de testigos anteriores e investigaciones periodísticas están recopiladas estas violencias, entre las que se incluyen una alimentación insuficiente y en mal estado, y abusos físicos y sexuales.

Ninguna de las armas que portaba el Núcleo de Reserva fue utilizada para someter a las y los niños, aseguró Castañeda. Estos implementos se dejaron en las patrullas al cuidado de los pilotos, la protesta de las y los adolescentes fue extinguida y, a continuación, los agentes los ingresaron de nuevo al hogar, donde los separaron en grupos de hombres y mujeres.

El policía Martín Alberto Ramírez fue la segunda y última persona que testificó en  la audiencia. Según su relato, su unidad llegó a acordonar el Hogar Seguro alrededor de las 15:30 horas. En el lugar se encontraba personal de la Procuraduría General de la Nación(PGN) y de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH). El grupo de Ramírez también ayudó a reingresar a las y los menores de edad tras la protesta, para lo que, dijo, no se utilizó fuerza. Esto se hizo pasada la medianoche pues para ello se necesitaba la orden de un juez, la cual fue difícil de conseguir, de acuerdo a declaraciones anteriores. 

Más tarde, estos mismos policías prestaron apoyo en el incendio que comenzó en el aula donde 51 niñas fueron encerradas bajo llave por personal de la PNC. La exsubinspectora Lucinda Marroquín es señalada de no permitir salir a las  niñas del salón, dejando que se quemaran. Por esta acción enfrenta cargos por homicidio culposo, lesiones culposas y maltrato contra personas menores de edad. 

El ambiente durante la emergencia era “muy difícil” expresó Ramírez. “Fue muy difícil vivir una situación de esas”. La próxima audiencia de este caso quedó programada para el próximo lunes 7 de octubre.