Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido los más inclusivos de la historia. Por primera vez, compitió en una cita estival la misma cantidad de hombres que de mujeres y se consiguió una equidad de género inimaginable hace unos años atrás.

Por Duanys Hernández Torres

Las mujeres comenzaron en juegos olímpicos, justamente en la segunda edición, celebrada en la capital gala en 1900, y en esa ocasión solo representaron el 2,2 % de los participantes. París 2024 también fue una fiesta para las mujeres, y sobre todo para las de América Latina, quienes brillaron para sus respectivas naciones.

La redención de la mujer latinoamericana en París 2024

América Latina tuvo un marcado protagonismo de sus deportistas en los Juegos Olímpicos París 2024. Comencemos por Brasil que consiguió tres títulos olímpicos, y todos fueron en el sector femenino.

Beatriz Souza, de manera inesperada reinó en más de 78 kilogramos en el judo. No creyó en la favorita local Romane Dicko, a quien derrotó por ippon en semifinales y tampoco en la israelí Raz Hershko, con wazari marcado en la final. La súper completa Souza le regaló la primera corona olímpica a su país.

Otra de las gratas noticias de nuestro continente fue la gimnasta Rebeca Andrade. La brasileña ganó varias medallas en estos juegos, pero la más importante fue el título alcanzado en ejercicios en el suelo. Rebeca dejó con la medalla de plata a la extraclase estadounidense Simon Biles.

Y un gesto le dio la vuelta al mundo: en la ceremonia de premiaciones, tanto Biles como su compatriota Jordan Chiles, le hicieron una reverencia a Andrade en el momento que subió a lo más alto del podio, en muestra de respeto por la hazaña alcanzada. El espíritu olímpico en su máximo esplendor.

La tercera corona de Brasil en París 2024 la ganó la dupla brasileña de voleibol de playa formada por Ana Patricia y Duda, para devolverle una corona a su país que no conquistaba una pareja femenina desde Atlanta 1996, cuando Sandra Pires y Jackie Silva derrotaron a sus compatriotas Mónica Rodríguez y Adriana Samuel.

No lo duden, Brasil se debió a sus mujeres en la capital gala. Tres oros ganados por cuatro mujeres. Pura redención a golpe de samba.

Uno de los títulos más esperados de  París 2024 era el de la corredora dominicana Marileidy Paulino. Ganó con récord olímpico de 48,17 segundos, y se convirtió en la primera campeona olímpica dominicana, y la mujer con más preseas a este nivel, sumando las dos medallas de plata conquistadas en Tokio 2020. Marileydi es un símbolo para su país.

El Caribe también puso su calor en las pistas de París 2024. Julian Alfred le regaló a Santa Lucía sus primeras medallas olímpicas con el título en los 100 metros, y la medalla de plata en los 200. Otro país caribeño que se estrenó en el medallero histórico fue Dominica, por intermedio de Thea Lafond, quien estampó récord nacional en el triple salto con marca de 15,02 metros.

¡Y qué decir de la tiradora guatemalteca Adriana Ruano! Adriana le regaló a su país el primer oro de su historia, con récord olímpico de 45 platos rotos de 50 posibles. Es la segunda mujer centroamericana que gana un título olímpico, solo antecedida por la tica Claudia Poll, en Atlanta 1996.

El oro de Ruano se sumó al bronce de Jean Pierre Brol en la misma modalidad, para superar el histórico de Guatemala que solo contaba con la plata del marchista Erick Barrondo, en Londres 2012.

Solo en tres ocasiones, en el tiro deportivo del mismo país, se ha ganado medallas en los dos sexos: Australia en 2004, Italia en 2012 y Guatemala en esta edición. ¡Cuánta historia la de Adriana Ruano en París 2024!

El tiro también le deparó a Chile la primera corona olímpica para una mujer en su historia. Pero, además, es la primera de una mujer desde Melbourne 1956, y fue la primera para Chile desde Beijing 2008. Francisca Crovetto en el skeet hizo diana para el país austral.

Otras redenciones de plata y bronce

Las mujeres latinoamericanas escribieron páginas históricas aunque no hayan ganado títulos. Ahí está la sexta medalla olímpica de las Leonas argentinas en el hockey sobre césped. Desde Sídney 2000 suman tres platas y tres bronces. Únicamente no subieron al podio en los últimos siete juegos olímpicos en Río de Janeiro 2016.

Además, en París 2024, una de sus jugadoras, Zoe Díaz, se convirtió en la medallista olímpica argentina más joven de la historia, sumando ambos sexos. Con 18 años y 70 días superó a Gabriela Sabatini, plata en Seúl 1988 con 18 años y 138 días. Leonas de pura historia.

Las mujeres cubanas no se llevaron ningún título olímpico, pero concretaron varias hazañas. Las luchadoras Yusneilys Guzmán, plata en la división de 50 kilogramos y Milaimy Marín, bronce en 76 kilos, pasarán a la historia como las primeras medallistas olímpicas de su país en este deporte. Lo mismo hizo la canoísta Yariesleidis Cirilo, bronce en el C-1 a 200 metros, quien es a su vez, la diputada más joven del parlamento cubano.

fotos de Roberto Morejón/ JIT

Otra luchadora que ocupó los titulares fue la ecuatoriana Lucía Yépez, quien ganó la medalla de plata en la división de los 53 kilogramos. La Tigra, como se le conoce en el mundo de este deporte, solo cedió en la final ante la japonesa Akari Fujinami. Yépez coronó un excelente ciclo olímpico antecedido por un título mundial sub-23 y bronce en la cita del orbe de 2023.

Por Ecuador, también destacó Neisy Dajomes con su segunda medalla olímpica en levantamiento de pesas. No pudo igualar el oro alcanzado en Tokio 2020, pero su presea de bronce la reafirma como una de las mejores de todos los tiempos en la halterofilia de nuestro continente.

A la marcha le debe este país suramericano la mitad de sus medallas. Por primera vez una marchista ecuatoriana alcanzó una presea. Glenda Morejón obtuvo la medalla de plata en la modalidad mixta por relevos junto a Brian Daniel Pintado, quien había ganado la lid individual.

La policía panameña Atheyna Bylon también hizo historia, al convertirse en la primera medallista olímpica de su país en citas estivales. La boxeadora ganó la presea de plata en la división de 75 kilogramos, y sumó la cuarta medalla para su nación.

Panamá solo contaba con dos preseas de bronce en Londres 1948 en el atletismo por intermedio de Lloyd La Beach, y el título de Irving Saladino en el salto largo en Beijing 2008.

La boricua Jazmine Camacho-Quinn ganó su segunda medalla olímpica en los 100 metros con vallas. Después de ganar el título en Tokio 2020, se agenció una presea de bronce en París que la reafirma en la élite de esta prueba.

París 2024 marcó la redención de la mujer latinoamericana en el deporte. No importa que se llamara Adriana, Francesca, Beatriz, Rebeca, Marileydi, Julian o Thea.

No importa que muchas no ganaran el oro, pero coparon el podio con sus historias de sacrificio. O que lo digan las Leonas, Yusneilys, Milaimy, Lucía, Neisy, Glenda, Atheyna y Jazmine.

París 2024 olió a perfume de mujer, y de América Latina. Esa que fraguó desde nuestro continente la historia olímpica, a través de un ippon, el remate preciso, una carrera, la rutina acrobática o el tiro en el plato. Las mujeres latinoamericanas dieron en la diana parisina, a golpe de pura redención.