RUDA

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La libertad de expresión y la libertad para criminalizar

Fotografía original: María Jossé España Cabrera

Tras 287 días de resistencia, elPeriódico anunció que detendrían su edición diaria luego de haber sufrido golpes contundentes. Uno de los más grandes, es definitivamente, la captura de su fundador Jose Rubén Zamora. En su comunicado, elPeriódico relata cómo varios miembros de su equipo han sido perseguidos y hostigados, lo cual dificultó mantenerse en operación. 

Guatemala atraviesa un momento democráticamente tenebroso. El caso de Rubén Zamora es uno de  muchos que atentan contra la libertad de expresión en el país. Dulce Archila y Nanci Sinto también viven un proceso  de criminalización por expresar su descontento frente al sistema, que además envía un mensaje a través de toda esa persecución. De la intimidación están pasando a acciones concretas para detener a toda persona que se atreva a cuestionar a un Gobierno que, mientras avanza el tiempo, más se parece a un régimen. 

El mensaje está estructurado para amedrentar a poblaciones específicas. A través de Dulce y Nanci, se apunta como objetivo a la población joven, organizada y activista, para que esta ya no se atreva a salir y tomar las calles para expresar su descontento. De esta forma, las y los jóvenes “se la piensan dos veces” antes de manifestarse porque “podrían terminar como ellas”. Mientras que, con Rubén Zamora, se busca atacar a periodistas y comunicadores que tengan asociación con cualquier medio que investigue o evidencie redes de corrupción.   

Que ya existan estos ejemplos de escarmiento gubernamental es peligroso, nos trae recuerdos de un pasado despiadado, nos habla claro del presente delicado y nos da un vistazo hacia lo que podría ser un futuro cruel. Hay que apoyar y resistir junto a cada periodista, activista, artista y demás, porque a los que seguimos la lucha por la democracia en el país #NoNosCallarán.