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Noelia Leiva: “La discapacidad visual no es un obstáculo cuando en la mente está el querer superarse”

Foto: Alva Batres

Noelia Leiva padece de retinitis pigmentosa una enfermedad que afectó paulatinamente su visión. A los 28 años perdió la vista completamente y ese día recuerda se le vino el mundo abajo. Para Leiva, el reto de adaptarse a la vida como no vidente ha significado otras oportunidades que no imaginaba, cuenta su historia como testimonio de que todas las personas pueden alcanzar sus metas si se lo proponen.

Por Alva Batres

Dominga Noelia Leiva Álvarez es la cuarta de nueve hermanos. Es una mujer garífuna, enfermera profesional, directora de la Oficina Municipal de Discapacidad en Puerto Barrios, Izabal y es “no vidente”.

Se graduó como enfermera profesional. A los 28 años perdió la vista a causa de una enfermedad congénita llamada retinitis pigmentosa cuyo proceso fue lento y escalonado, la misma enfermedad comparte con su hermano Isaac Leiva quien perdió completamente la vista a los 17 años. Isaac, actualmente es deportista paraolímpico y representa a Guatemala en importantes competencias internacionales.

Para Noelia perder el sentido de la vista ha representado un enorme reto. Enfrentó sus miedos y se dispuso a iniciar su proceso de rehabilitación durante un año en el hospital de Pro-Ciegos y Sordos en la ciudad de Guatemala. Después de este tiempo volvió a Puerto Barrios e inició su periodo de adaptación en su residencia que le llevó 18 meses. Desde aprender a usar el bastón hasta el uso de la tecnología.

“En el año 2000 reaccioné y comprendí que debía ser independiente para ser útil para mí misma, mi familia y la sociedad”, dice Noelia al momento indicar que aprendió a realizar masajes de manera profesional.

Con ayuda de su familia, fue reconociendo su entorno hasta lograr desenvolverse de manera independiente. Trabajó en la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) y fue ahí en donde aprendió a elaborar pasteles junto a las usuarias de los programas. Eso sirvió de motivación a otras personas. Para distinguir los ingredientes, Noelia fue mejorando el sentido del olfato y del gusto con el tiempo.

Para Noelia, el reto de adaptarse a la vida como no vidente ha significado otras oportunidades que no imaginaba, cuenta su historia como testimonio de que todas las personas pueden alcanzar sus metas si se lo proponen. Antes de perder la vista era atleta y participaba en la selección de básquetbol, ya no pudo practicarlo porque en aquel tiempo no había deporte adaptado, por lo que decidió dedicarse a explorar y aprender otros oficios. Actualmente es conferencista motivacional y sigue elaborando sus pasteles, además de coordinar la oficina de discapacidad en la municipalidad de Puerto Barrios.

La discapacidad visual no ha sido obstáculo para ella.

Dentro de sus aportes destaca ser fundadora y presidenta de la Asociación de Discapacidad y Retos Especiales de Izabal (ADREIZ) desde dónde pudo impulsar capacitaciones para personas con retos especiales y sus familias, talleres de artes y oficios de rehabilitación. ADREIZ no solo ha ayudado a sus asociados sino también a sus familias para poder aprender más sobre las discapacidades y de esta forma ayudar a la rehabilitación de sus familiares con discapacidad o retos especiales.

Su activismo ha sido fuerte, incidiendo en el Congreso de la República para la aprobación de leyes y políticas públicas a favor de las personas con discapacidad en Guatemala.

Dada su proyección comunitaria y social, actualmente se desempeña en la coordinación de la oficina de discapacidad en la municipalidad de Puerto Barrios desde donde se le ve gestionando jornadas médicas, medicinas y otras actividades para beneficio de este sector de la población. Es integrante de la red de liderazgo de personas con discapacidad, integra comisiones de trabajo a nivel municipal y departamental. Sigue participando en espacios, motivando a jóvenes para que se esfuercen y luchen por sus sueños.

Dentro de sus muchos aportes también se cuenta que fue una de las iniciadoras de la Agenda de las Mujeres Garífunas, aportando desde su realidad. Dicha agenda tiene 15 años de haberse iniciado y sigue en proceso de incorporarse a las planificaciones territoriales.