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Mujeres, migrantes y niñez: los grupos más vulnerables durante la pandemia

Fotografía: Prensa Libre

La Alianza 2015 y la Procuraduría de los Derechos Humanos -PDH- presentaron el informe “Situación actual del covid-19 y el incremento de la violencia hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes”. La Alianza 2015, donde confluyen 8 organizaciones internacionales, así como Ayuda en Acción, Helvetas e Hivos Guatemala, realizó en conjunto con CID Gallup un estudio sobre la violencia durante la pandemia cuyos resultados se obtuvieron en junio.  

La pandemia resaltó la necesidad de adoptar hábitos cotidianos distintos. El uso de mascarilla, la mayor frecuencia del lavado de manos y, en general, medidas de limpieza más profundas. A partir de las nuevas formas de relacionamiento y hábitos, se visibilizaron las desigualdades estructurales que, precisamente, señalaban la imposibilidad de amplios sectores para poder practicar el confinamiento y las medidas de higiene personal por la falta de medios, como el agua y el sustento económico. 

Pero hay otros fenómenos que se visibilizaron o, incluso, aumentaron durante la pandemia. Uno de ellos es la violencia en distintas manifestaciones. Específicamente hacia cuatro sectores, mujeres, migrantes, infancias y personas de la tercera edad, se registró un aumento en la violencia hacia su integridad. 

De ellos, la violencia aumentó principalmente contra las mujeres y las personas migrantes. Se encontró que la violencia doméstica o en el ámbito privado fue el tipo de violencia más común hacia las mujeres; mientras que hacia las personas migrantes fueron las agresiones verbales y psicológicas. 

Tres de cada 10 mujeres declaran que ha aumentado la violencia contra ellas. Asimismo, se registró un aumento del doble en la violencia sexual hacia niñas y niños. De esta cuenta, concluyen que las mujeres son el grupo más vulnerable, siguiendo con las personas migrantes y la niñez. 

La defensora de la mujer de la PDH, Dorotea Gómez Grijalva, resalta que desde la institución han observado el aumento de violencia contra las mujeres y que el Estado tiene la responsabilidad de prevenir la violencia contra las mujeres.  

Señala que el Estado se ha negado a implementar las recomendaciones y compromisos internacionales en torno a la implementación del Plan de Prevención de la Violencia contra las mujeres, basado en la educación libre de prejuicios patriarcales y la promoción de los derechos de las mujeres.  

Asimismo, señala el compromiso no cumplido por el Estado sobre fortalecer la Coordinadora Nacional de Prevención de la violencia Intrafamiliar y Contra las Mujeres. Esta fue una recomendación del comité de la CEDAW y un compromiso adquirido con la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra las mujeres.  

Silvia Menchú, integrante del Colectivo Ademkam en Sololá, comenta que la violencia patriarcal en el hogar se agrava a consecuencia del confinamiento y que las mujeres no quieren denunciar porque saben que el proceso de denuncia es tardado y cansado, “lo piensan y lo recontra piensan porque se preguntan de dónde va a salir el sustento si llegaran a apresar a quien las violenta”. 

El estudio cuantitativo de Alianza 2015 se realizó mediante la técnica de encuestas telefónicas con una muestra aleatoria basada en 1208 entrevistas. La muestra fue primordialmente de población urbana.