México. El Centro histórico de Morelia fue ayer el escenario de la lucha de las mujeres feministas del Estado de Michoacán. Decenas de colectivas se reunieron en al menos cuatro puntos diferentes de la ciudad desde las 11:00 horas para manifestar su rechazo por la violencia en contra de las mujeres y la indiferencia del Estado ante esta situación.

La primera movilización fue a las 11 de la mañana, organizada por mujeres integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) que denunciaban el intento del Estado mexicano por privatizar la salud y coartar el derecho a la educación de las niñas.

Las siguientes tres movilizaciones se llevaron a cabo desde las 16:00 horas. La primera salió desde la Fuente de las Tarascas, un punto emblemático de reunión feminista y de exigencia de derechos de las mujeres; el segundo punto de reunión fue el Obelisco Lázaro Cárdenas y el tercer punto la Calzada de San Diego.

Organizadas en tres contingentes marcharon rumbo al Palacio de Gobierno para exigir el cese de prácticas patriarcales que atentan contra la vida e integridad de las mujere. Al frente de la protesta iban familiares de víctimas de feminicidio y violencia contra la mujer, en un segundo espacio un frente separatista, en el cual podrán circular mujeres solas, con infancias o con alguna discapacidad, en un tercer grupo un contingente mixto abierto a familias y personas con otras expresiones de género.

Se pudo notar la presencia de mujeres con niñas y niños, mujeres de la tercera edad e incluso mujeres acompañadas de sus mascotas, algunas de ellas nos contaron cuáles fueron sus motivaciones para asistir a la marcha.

“Todas hemos vivido violencia y nunca lo había podido expresar. Veía las pintas, me incomodaba verlas y no sabía por qué. Al momento de reflexionar lo que a mí me pasó me di cuenta que era por eso. Esta es la primera vez que participo”, nos dijo una de las asistentes.

Entre lágrimas otra joven feminista dijo: “nunca había tenido tanta frustración y cansancio de la situación que vivo diariamente. Tengo que hacer algo para cambiar mi entorno y este es el primer paso para salir adelante. A las que no pudieron venir hoy y tienen miedo les digo que sigan luchando cada día, que rompan el ciclo patriarcal para salir de todo ese dolor y sufrimiento”.

Entre las expresiones públicas realizadas por las colectivas, se observaron performances artísticos con música y baile, mujeres que portaban pancartas con consignas de “Ni una menos”, “La policía no me cuida, me cuidan mis amigas” o “No estamos todas, nos falta Jessica”. Otros carteles eran de denuncia de agresores que hasta el día de hoy están en la impunidad u ocupando un puesto público.

Las manifestantes aseguraron que la marcha convocada por las colectivas que encabezaron era de tipo pacífica, sin embargo, subrayaron que las mujeres que acudieron a eran libres de manifestarse como ellas lo deseen.

Reprimir en el Día Internacional de la Mujer

Mientras colectivas de artistas rodeaban el Palacio de Gobierno manifestando sus consignas, varias asistentes comenzaron a denunciar la presencia de hombres infiltrados que destruían los costados de las vallas que protegían al edificio y lanzaban gases.

Frente a la Plaza de Armas se encontraba un segundo contingente que realizaba actividades artísticas pacíficas conmemorativas de poesía y canto. Al finalizar la entonación de la canción “Vivir Sin Miedo” de Vivir Quintana, algunas dirigentes denunciaron el intento de provocación y de represión por parte de las autoridades policiales en el primer contingente ubicado a solo unos metros, en el Palacio de Gobierno.

“No vamos a caer en provocaciones. La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, decían, haciendo alusión a las primeras manifestaciones de violencia de parte de la policía que durante el día se había mantenido al margen de la toma de calles de las mujeres.

mientras del lado sur del contingente

Pasadas las 20:00 horas la represión por parte de la policía fue evidente. Con balas de goma, gases lacrimógenos y uso excesivo de la fuerza dispersaron a las asistentes entre las que se encontraban mujeres jóvenes, madres e infancias, personas de la tercera edad, periodistas y “hombres infiltrados” según indicaron las asistentes y las autoridades posteriormente.

La secretaría del ayuntamiento de Morelia confirmó que fueron 28 personas detenidas, entre las que se encontraban al menos 14 mujeres, las cuales fueron liberadas en horas de la madrugada sin pagar fianza. “Fueron grupos radicales compuestos por 40 personas que desvirtuaban la protesta con actos violentos. Fue en ese momento cuando la Policía Municipal intervino tratando de romper con esas células que fueron identificadas a través de trabajo de inteligencia en C5”.

La informidad de las manifestantes en redes sociales no se hizo esperar, debido a que muchas de ellas documentaron que las manifestantes no formaron parte de la confrontación con las autoridades ni causaron destrozos y que la policía restringió los derechos de las mujeres al hacer uso de bombas dispersoras, detenciones con uso excesivo de la fuerza e incluso golpes a mujeres con infancias y periodistas.

Vale la pena destacar que durante la manifestación se observó a drones sobrevolando el área, cámaras y personas desde lo alto del edificio de gobierno.

Durante su conferencia matutina de este miércoles 9 de marzo, el presidente Andrés Manuel López dijo que las movilizaciones por el Día Internacional de la Mujer, “culminaron en santa paz”. Esto, pese a los episodios de violencia y represión policial ocurridos en distintas marchas como las de Morelia y Ciudad de México. “Se garantizó el derecho de manifestación y, -repito-, no hubo desgracias qué lamentar”, afirmó.

 Un estado peligroso para las mujeres

La capital michoacana (Morelia) es de hecho el municipio número 41 de 67 municipios a nivel nacional con incidencia de presuntos delitos contra la mujer. También ha sido testigo de múltiples muertes violentas de mujeres, de los cuales entre 2016 y 2021 solo 35 fueron catalogados como feminicidios, de acuerdo con el portal de noticias Quadratí.

Quizá el más emblemático hasta ahora y que se ha convertido en bandera de lucha de feministas y defensoras ha sido el feminicidio de Jessica González Villaseñor, una joven maestra que fue desaparecida y asesinada en septiembre de 2020. Un caso que aún se encuentra en etapa intermedia luego de varios intentos de detener el proceso por parte de la defensa de su presunto femicida “Diego N.”

“Nuestro Estado tiene un alto porcentaje de desaparición de mujeres, es importante reivindicar los derechos de las mujeres. Hemos vivido violencia política y estamos en una sociedad con actitudes patriarcales y machistas”, dijo una mujer que ha acompañado desde hace treinta años las marchas del 8 de marzo.