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Matrimonio adolescente: una realidad que persiste

Un informe del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar), con datos del Registro Nacional de las Personas (Renap) da cuenta que el 60% de las madres menores de edad están casadas o conviven con hombres que van de los 20 a los 73 años. El 30% del total de madres adolescentes son solteras y el 10% restante están casadas con hombres de 14 a 19 años. 

De acuerdo con las estadísticas del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar), la mayoría de embarazos en menores de edad proviene del área rural. (Foto con fines de ilustración del tema: Mirna Alvarado)

Por Mirna Alvarado 

De enero a mayo se contabilizan 11 mil 354 registros de nacimientos de bebés en niñas y adolescentes de 10 a 17 años; de estos nacimientos según el Osar, con datos del Renap,  7 mil 999 registran al padre del bebé, lo que significa el 70%.

De acuerdo con los hallazgos del informe, un hombre de 25 años es pareja de una niña madre de 10. Una adolescente de 17 años es esposa de un hombre de 73 años, los datos son alarmantes debido a que se refleja que en el país los componentes culturales no han cambiado.

“En algunas regiones de Guatemala, los matrimonios donde menores de edad (niñas) se casan con hombres mucho mayores, son una problemática constante que afecta a la sociedad. Este fenómeno está vinculado a una serie de factores culturales, económicos y sociales, y tiene consecuencias significativas en la vida de las menores involucradas”, explicó Mirna Montenegro, del Osar. 

En Guatemala los indicadores de matrimonios desiguales van en aumento y reflejan una compleja interacción de factores culturales, económicos y sociales. (Foto con fines de ilustración: Mirna Alvarado)

Montenegro agregó que esto es un reflejo de la falta de acceso a la educación y las oportunidades limitadas para las niñas, aunado a ello la falta de educación u orientación sobre sus derechos y las opciones disponibles para ellas.

Las estadísticas del Renap detallan que un 37% de las madres menores de edad tienen como parejas a hombres de 14 a 19 años. Un 56% de madres convive o está casada con hombres de 20 a 34 años, mientras que el 8% tienen como pareja a hombres mayores de 35 años.

Sumados los últimos porcentajes se establece que el 64% de las parejas de las madres menores de edad van de los 20 años en adelante, ya que la estadística del Renap reveló que una joven de 17 años tiene como pareja a un hombre de 73 años. 

Pie de foto: Los datos del Renap corresponden de enero a mayo de este año. Estos exponen la relación de las edades de las madres y padres. (Foto: RENAP)

Pobreza y desigualdad

En muchas comunidades rurales y marginadas, la pobreza extrema lleva a las familias a desposar (casar) a sus hijas menores con hombres mayores, a menudo con la esperanza de mejorar la situación económica o reducir la carga económica de la familia. 

En 2015 la Sala Quinta de Apelaciones de Quetzaltenango resolvió el retiro de inmunidad para que el exacalde de Almolonga, Quetzaltenango, Leonel López fuera investigado por haber oficiado una boda entre una niña de 12 con un hombre de 23 años, el matrimonio se realizó en noviembre de 2012.

Edad para casarse según la ley

En el año  2015, diputados establecieron la mayoría de edad para poder casarse, tras una reforma al artículo 82 del Código Civil, en el que se disponía que; “de manera excepcional y por razones fundadas podrá autorizarse el matrimonio de menores de edad, con edad cumplida de dieciséis (16) años, de acuerdo a las regulaciones de este Código”.

Pero, en agosto de 2017, con más de 93 votos los diputados aprobaron el decreto 13-2017, con el cual se eliminó el artículo 82 y se reformó el 83, quedando de la siguiente manera: “Prohibición de contraer matrimonio. No podrán contraer matrimonio ni autorizarse de manera alguna el matrimonio de menores de dieciocho (18) años de edad”.

Esta nueva reforma también derogó el artículo 84, los numerales 1o. y 2o. del artículo 89, y los artículos 94 y 134 del Código Civil. Los cambios en la ley pretendían evitar el aumento de embarazos en menores de edad y otros factores de riesgo para las niñas. “Es obvio que estas reformas legales no han sido suficientes para regular la edad para casarse, hace falta que las y los jóvenes reciban mejor educación”, dijo Thelma Suchi, de la Red de Mujeres de Occidente. 

El reporte del Renap detalla que entre las madres que registraron nacimiento de enero a mayo hay una niña de 10 años de edad casada con un hombre de 20 años. (Foto con fines de ilustración: Mirna Alvarado)

Consecuencias

Para el doctor Carlos González, de la Dirección de Área de Salud de Quetzaltenango, las menores de edad casadas con hombres mayores están en mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud relacionadas con embarazos precoces, incluyendo problemas de salud maternal y neonatal. 

Además, enfrentan mayores riesgos de abuso y violencia doméstica. “Estas prácticas persisten especialmente en el área rural, demuestran la necesidad de un enfoque integral que incluya educación, empoderamiento económico y cultural, además debe existir aplicación efectiva de las leyes para proteger los derechos de los menores”, agregó el galeno.

González refirió que, en las políticas del Ministerio de Salud, se contempla la educación sexual para la población en edad escolar, junto al Ministerio de Educación (Mineduc) y organizaciones de sociedad civil, se procura llevar la orientación adecuada a todos los niños y niñas, no obstante, en algunos lugares no es posible por aspectos culturales. 

Según la gráfica, 18 hombres mayores de 50 años conviven con niñas de 15 a 17 años de edad, con quienes han tenido hijos.

Claudia Lepe, del Colectivo de Mujeres de Quetzaltenango, explicó que el matrimonio temprano a menudo interrumpe la educación de las niñas, lo que limita sus oportunidades de desarrollo personal y profesional. “Con ello se perpetúa el ciclo de pobreza y restringe el progreso socioeconómico de las comunidades”, indicó.

Lepe añadió que los matrimonios desiguales también vulneran los derechos fundamentales de las menores, incluyendo el derecho a la educación, a la salud y a la libertad de decidir sobre sus propias vidas. “Muchas veces, las niñas no tienen voz ni elección en estas decisiones, lo que constituye una forma de coerción y explotación”.

En el país varias Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales trabajan para educar a las comunidades sobre los derechos de las menores edad y las consecuencias negativas de los matrimonios desiguales; además de ofrecer apoyo a las niñas afectadas, promueven su empoderamiento y educación.