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Luz Ulario: si fuera gobernadora impulsaría los gobiernos abiertos y el acceso a la información

Luz Emilia Ulario Zavala es una de las postulantes al cargo de gobernadora en Sololá, una decisión que tomó tras una vida de servicio en la educación y como alcaldesa indígena de Santa Lucía Utatlán. Ulario cuenta con el respaldo de las Iglesias católica y evangélica, ajq’ij, mujeres, comadronas, oenegés y personas connotadas del municipio.

De llegar a ser gobernadora, dice, tendrá cero tolerancia a la corrupción y promoverá consensos, enfocándose en los problemas de todos los sectores. “Si no hay acuerdos empiezan los conflictos y lo que menos queremos es crear conflictividad”, señaló.

Por Regina Pérez*

Hay una palabra que resume la trayectoria de Luz Emilia Ulario Zavala: servicio. Desde que salió de Santa Lucía Utatlán para estudiar la primaria, básico y diversificado, hasta sus primeros pasos como maestra en Chuacruz, Pujujil I, Sololá, su vida ha estado marcada por esa vocación.

Actualmente, Ulario es una de las 45 personas que presentaron su papelería para optar al cargo de gobernadora en el departamento de Sololá. La decisión la tomó por varias razones. Una de ellas es porque considera que la población maya ha sido excluida de la política a pesar de que tienen la capacidad de gobernar sus departamentos y la experiencia de haber trabajado por años en el campo.

Sumado a eso, anota: “Tenemos un enfoque de servicio, principios, valores y ética, esa conciencia social y velamos por el bien común”.

Durante una conversación con la autoridad indígena resalta palabras como unidad, consenso, acuerdos, consulta e inclusión. La sociedad guatemalteca, asegura, está cansada de la demagogia y los discursos bonitos. ¿Cómo evitarlo? Le pregunto: “Con la auditoría social y el acompañamiento”, me responde. “La sociedad tiene que demandar. Si no demandan, no hay cambios. Yo quiero hacer un gobierno participativo e incluyente”, menciona.

Ulario, de 62 años, recibió en su casa ubicada en Santa Lucía Utatlán al equipo de Prensa Comunitaria. Ahí vive con su único hijo. Le encantan los vehículos y con esfuerzo compró un microbús, con el que puso el primer servicio de transporte urbano en Santa Lucía Utatlán.

También es aficionada a la agricultura. Posee una parcela diversificada en la que, desde hace 30 años, utiliza abono orgánico para la siembra, que ella misma produce a través de la lombricultura y que utiliza para mantener su jardín. Además, cría ganados y cerdos y le gustan los caballos.

Luz Ulario Zavala es aficionada a la agricultura. Foto de Emmanuel Andrés

En 2021, Luz Emilia fue electa alcaldesa indígena de Santa Lucía Utatlán y desde ese cargo fue una de las autoridades ancestrales que encabezó, junto a otros pueblos, los 106 días de resistencia y defensa de la democracia frente a la sede central del Ministerio Público (MP), para pedir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras; del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche; la fiscal Cinthia Monterroso y el juez Fredy Orellana.

Varias de las autoridades indígenas y dirigentes que participaron en ese movimiento tomaron la decisión de participar en la selección de gobernadores de los 22 departamentos del país, que ha sido democratizada por la reforma al Reglamento de la Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural que hizo el presidente Bernardo Arévalo.

Luz Emilia considera que la participación de varios dirigentes y autoridades indígenas que se ha visto en los departamentos, incluyendo mujeres mayas se debe en parte a ese levantamiento, que inicio el 2 de octubre de 2023.

“En 106 días de resistencia participaron cantidad de personas. No fueron solo siete pueblos los que se expresaron, vieron en el grupo coordinador que tenemos, que nos quitamos el miedo, que es lo que nos ha hecho sumisos ante el Estado de Guatemala”, afirmó.

Para ella, que personas con capacidad y experiencia, que se han fajado en el campo, es una oportunidad de participar y a desplazar prácticas como el clientelismo y la manipulación.

Luz Emilia Ulario, autoridad indígena, aboga para que prácticas como el clientelismo desaparezcan. Foto de Emmanuel Andrés

“Yo quisiera que todo el pueblo entienda que la gente está cansada de este modelo que han implementado. Porque las leyes son buenas, la forma en que lo hacen es lo malo”, indicó.

Además, señala que ella no pagaría ni un solo centavo para optar a un cargo, como se acostumbra en otros procesos donde se ofrece dinero por un puesto, una práctica que se debe de quitar y agradece el rol que tienen las comisiones encargadas de revisar los expedientes para buscar a la persona idónea para el cargo. Ulario considera que el actual proceso se trata de una oportunidad para que se postulen los más capaces.

“Hay que quitarnos ese miedo y creo que si ahora en todos los departamentos salieran mujeres mayas, hermanos capacitados, pienso que hacemos un país buenísimo”, opinó.

“La conciencia no se puede vender”

El viernes 9 de febrero, por la tarde, Luz Emilia Ulario acudió a la gobernación departamental de Sololá para presentar su expediente en el proceso de selección de la terna de candidato a gobernador que se le presentará al presidente Bernardo Arévalo.

La acompañaban mujeres, integrantes del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), población de Santa Lucía Utatlán y representantes de iglesias. La decisión de participar no fue sencilla, dijo, Ulario, porque ha escuchado opiniones, algunas de ellas destructivas, cuando estuvo en el movimiento que defendió la democracia.

“Mucha gente pensó que nos vendimos”, señala. Incluso les dijeron que habían recibido dinero. “Nosotros no nos vendimos, la dignidad no se puede vender. La conciencia, la convicción no se puede vender”, afirmó. Sin embargo, mucha gente creyó en estos rumores y desinformó manifestando que buscaban un puesto en el gobierno.

Como maestra jubilada dice que, aunque no tiene suficiente dinero, cuenta con lo necesario para sobrevivir. Y que después de desempeñarse como alcaldesa indígena, cargo que finalizó en 2023, necesitaba tomarse un descanso.

Sin embargo, reflexionó sobre los 106 días de resistencia en los que cientos de personas se volcaron a las calles a expresar su malestar en contra de la corrupción. “¿Cómo es posible que una obra que salga en 150 mil la pongan en 800 mil?”, se preguntó.

Para Ulario, con principios, buenos valores y trabajo con conciencia es posible cambiar eso. Dejar la protesta por la propuesta, pero aun así se hace insuficiente, por lo que decidió participar.

Luz Emilia Ulario Zavala afuera de su casa en Santa Lucía Utatlán. Foto de Emmanuel Andrés

“No tengo la menor duda que yo, como Luz Emilia, no me dejaría corromper. Prefiero mil veces ver a todo el pueblo que esté con todos sus servicios y pensar en un departamento desarrollado en educación, salud, alimentación, creo que eso es la obligación del funcionario público”, indicó.

Por eso, dice, la ciudadanía debe aprovechar esta apertura del gobierno y no verlo como un premio sino como una obligación, por lo que se alegra que en varios departamentos varias mujeres se hayan postulado para el cargo de gobernadora.

De maestra a alcaldesa indígena

Ulario Zavala describe su vida como un camino duro. Proviene de una familia muy pobre y, fue gracias al sacerdote Arturo Mertens que pudo estudiar la primaria, en un colegio parroquial de Santa Catarina Ixtahuacán. Al terminar ese nivel, ella y su hermana mayor, Olivia, quien ya falleció, pensaron en su futuro y en la pobreza en que vivía su familia.

Fue así como decidieron acercarse al padre Mertens, para preguntarle si las podía apoyar. “Lo primero que nos dijo: ‘¿Ustedes son católicas?’, no sabíamos qué responder, porque no íbamos a misa. Pero éramos católicas porque nos bautizaron desde pequeñas. Al final nos dijo, ‘mientras ustedes sean buenas personas con mucho gusto les doy la beca’”, recordó.

Su hermana se fue a Chichicastenango y posteriormente se trasladó a Antigua Guatemala. Luz Emilia decidió seguir sus pasos y estudió en el Instituto Indígena Nuestra Señora del Socorro, en esa ciudad colonial. En esa experiencia, dice, fue cuando ella considera que comenzó a despertar.

“Aunque antes me cuestionaba por qué había pobres, por qué había ricos, por qué había ladinos, por qué había indígenas, por qué esa desigualdad. Desde pequeña empecé a ver la discriminación, la exclusión. Pero allá me fortalecí bastante”, señaló.

Al concluir el nivel básico, se mudó a la ciudad capital para inscribirse en el Instituto Normal para Señoritas Centro América (INCA). Allí estudió los tres años de Magisterio. Sus estudios, cursados entre 1980 y 1982, fueron los años más complejos de violencia de un conflicto armado que marcó la historia del país.

Los estudiantes eran controlados por el gobierno y ella salía a manifestar junto a sus compañeros por los secuestros y muertes de dirigentes universitarios y sindicalistas, entre otros.

Antes de graduarse de maestra ya tenía en mente encontrar un trabajo. Tenía deseos de trabajar en Petén, Ixcán (Quiché) o Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, lugares lejanos y asolados por la pobreza. Pero la oportunidad se le presentó en el caserío Chuacruz en Pujujil I, Sololá y para allá se encaminó. Un área conflictiva, describe, con viudas y niñez huérfana producto del conflicto interno entre el ejército y grupos guerrilleros.

Conoce más detalles acá:
https://prensacomunitaria.org/2023/12/luz-emilia-ulario-la-maestra-que-llego-a-ser-la-voz-de-la-poblacion-de-santa-lucia-utatlan/

Tras 28 años de ser maestra y de enseñar en Cipresales y El Novillero, se jubiló. Pero comenzó un nuevo reto trabajando en la Reforma Educativa con la Comisión Consultiva de los Acuerdos de Paz y luego con el Proyecto de Desarrollo Santiago (Prodessa) donde cumplió uno de sus sueños, trabajar en Ixcán, un municipio fronterizo con México, al norte del país.

“Prodessa tenía proyectos en la Zona Reyna. Llegué y apoyé a los estudiantes, impartí talleres, me sentí la mujer más feliz porque pude servir en los lugares donde soñaba hacerlo”, recordó.

Luz Emilia Ulario trabajó la mayor parte de su vida como maestra y educadora para luego asumir como alcaldesa indígena. Foto Emmanuel Andrés

Además de trabajar en Ixcán, lo hizo en cuatro municipios más de Quiché: Chichicastenango, Santa Cruz del Quiché, Santo Tomás Chiche y San Pedro Jocopilas. También tuvo la oportunidad de hacerlo con 17 comunidades de personas retornadas en Retalhuleu, siempre en el área de la educación.

El proyecto se terminó y ella creyó que iba a tomar un descanso. Pero un día fue invitada por un vecino a una reunión y fue electa para integrar la Alcaldía Indígena de Santa Lucía Utatlán, un cargo que aceptó con mucho gusto.

Esta nueva situación era diferente a lo que ella se había dedicado por buena parte de su vida. “Me llegaban a pedir consejos, que fuera a ver colindancias, como soy maestra, tienen el pensamiento que ser maestro es un sabelotodo y no es así, pero con tal de responder a las necesidades de los pueblos, nos volvemos un todólogo. Hacemos de psicólogas, comadronas, de niñeras, de pedidores para bodas. La asesoría que tuve con todos los comités en las comunidades donde trabajé fue bastante fuerte, conocí cosas que uno no aprende en el estudio, por necesidad tiene que hacerlo”, indicó.

“Uno tiene que ser un asesor, trabajar sin límites”, señaló sobre su servicio como autoridad indígena. Porque en el rol de una autoridad atiende todo tipo de problemas que afectaban a la población.

Cuando estaba en el cargo, dijo, se dio el levantamiento histórico de los pueblos indígenas, el 2 de octubre de 2023, para defender la democracia ante los ataques del MP al proceso electoral. Y agrega que aunque la intención de articularse como autoridades a nivel nacional venía de antes, no fue posible por varias dificultades.

“2023 fue el detonante, porque las autoridades ancestrales mirábamos iniciativas de leyes que pasaban en el Congreso en detrimento del pueblo. Dijimos: ‘Tenemos que unirnos’ y coincidimos primero con Sololá, Totonicapán, el pueblo Ixil de Nebaj y Santa Lucía Utatlán. Luego se sumaron hermanos de San Cristóbal y Chichicastenango, luego nos fortalecimos a nivel nacional y eso nos alegra mucho porque mientras estamos unidos podemos resolver nuestros problemas”.

Ulario Zavala era una de las autoridades indígenas que sobresalía en las actividades que se desarrollaron en el plantón frente al edificio del MP en Gerona. Se le veía dando discursos, dirigiendo una marcha o participando en reuniones de diálogo para encontrar una salida a la crisis provocada por el Gobierno de Giammattei y la fiscal general Consuelo Porras. El 14 de enero, fue una de las autoridades invitadas a presenciar el cambio de gobierno en el Teatro Nacional.

Ella considera que la división de la población “es la fortaleza del enemigo”, algo que recalca, “yo siempre he dicho que este país está fraccionado y eso ha sido la fortaleza de ellos”. Por eso aboga por la unidad y los consensos.

“Creo que ya es tiempo de que nos unamos todos los sectores. Escucharnos y ponernos de acuerdo y arrancar para el desarrollo del país. Pero eso lo hacemos desde nuestros pueblos, departamentos, porque Guatemala tiene un potencial enorme, pero tenemos que hacerlo siempre en el marco del consenso”, aseguró.

Un gobierno que rinda cuentas

De llegar a la Gobernación de Sololá, Luz Ulario apuesta por un modelo de gobierno transparente, incluyente y participativo, con cero tolerancia a la corrupción y la práctica de principios y valores.

Para las autoridades ancestrales, refiere, la vergüenza es un valor y explica por qué. “La persona que llega a valerse del pueblo, es una persona que ya dejó de tener vergüenza y por eso sin ninguna pena y de forma descarada hay sobrevaloraciones de obras. Aun así llámese evangélico, católico, si no tenemos principios, no se llega a nada. Despierta el descontento de la población”.

Para Ulario, desde Gobernación se debe coordinar y permitir que los fiscalicen. Y eso es precisamente lo que la sociedad no ha hecho, fiscalizar a los gobernadores, los alcaldes y sus obras. “Debe haber una buena comunicación con todos los alcaldes, sin importar los partidos por el cual llegaron a municipalidades. Ver la problemática social y buscar la raíz de los problemas”, indicó.

Si fuera su primer día de trabajo como gobernadora, Luz Emilia indica que convocaría a los medios de comunicación para dar a conocer a la población las atribuciones de la Gobernación y convocaría a los alcaldes para dialogar. También impulsaría los gobiernos abiertos y el acceso a la información, “la ciudadanía está obligada a hacer auditoría”, señaló y recordó que desde la Alcaldía Indígena lo hicieron en Santa Lucía Utatlán hacia los funcionarios públicos que tienen inmunidad, como los alcaldes.

Ante la Alcaldía Indígena los jefes ediles no tenían inmunidad y es su obligación hacer bien las cosas. “Y por esa misma razón así sería en las instituciones. ¿Por qué cuidar tanto al gobernador que no se le toque? Es un funcionario público, tiene que tener la obligación de dar la información. Y la gente que quiera auditar, no hay ningún problema. Porque serían los cambios que queremos hacer. Eso es lo que demanda el pueblo”, afirmó.

De ser electa por el presidente Bernardo Arévalo Ulario tendrá que gobernar un departamento caracterizado por ser uno de los más turísticos del país, pero con varios problemas ambientales, incluyendo la imposición de un megacolector en la cuenca del lago de Atitlán.

Promover la unidad entre sectores y los consensos es una de sus propuestas. Foto de Emmanuel Andrés

Para Ulario, lo importante es incluir a la población en las consultas. “Tenemos que acordar qué modelo queremos para Sololá”, subrayó.

“Hacer un megacolector, ¿beneficia a Sololá? Queda para Sololá o para las empresas. Tenemos que platicar, llegar a acuerdos pero que la población lo conozca, no solo un grupito. Tenemos que conocer qué ventajas y qué desventajas (hay) para tomar una decisión y debe ser una decisión de pueblo”, indicó.

La autoridad indígena considera que eso es lo que ha fallado antes a la hora de tomar decisiones, cuando solo se consulta a los alcaldes que no han consultado a la población.

Afirma que los sectores que la respaldan creen en ella porque cumple y enfrenta los problemas, sin traicionar al pueblo. “Creo tener la capacidad de un dialogo abierto para buscarle solución a toda la problemática y creo que lo he demostrado en varios ámbitos y confían porque no los voy a defraudar. Y también porque incluyo a todos. No sectorizo a los pueblos, yo trato de unir a la población”, refirió.

Con ese aval, espera, no defraudar a quienes la apoyan. “Por supuesto no soy perfecta, pero sí trato de buscar la perfectibilidad, siempre viendo lo positivo en el horizonte, busco lo mejor para el pueblo”, señaló.

La entrevista fue realizada por Francisco Simón para el especial “Territorios y Gobernaciones”