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Luego de 40 años, la justicia llegó para las mujeres Achi

Fotografía: María España

El tribunal había citado para las 8:30 am del 24 de enero de 2022 a la última audiencia del debate oral y público por la violencia sexual que 5 expatrulleros perpetraron contra 36 mujeres Achi. Desde las 2 de la mañana, las mujeres Achi salieron de Rabinal, Alta Verapaz, para estar presentes y escuchar la sentencia. Ya se habían escuchado los testimonios y peritajes, se habían leído las pruebas documentales y las expectativas eran altas para una condena que reconociera la violencia sexual como un delito de lesa humanidad y las consecuencias que trajo en la vida de las mujeres, para sentar un precedente que permita la no repetición. Finalmente, a las 3 de la tarde se conocería la sentencia final del tribunal, que consideró a Benvenuto Ruiz Aquino, Bernardo Ruiz Aquino, Damián Cuxum Alvarado, Gabriel Cuxum Alvarado y Francisco Cuxum Alvarado responsables de haber violado sexualmene y esclavizado domésticamente a las mujeres Achi y les condenó a 30 años de prisión.

Esperando justicia dentro y fuera de la sala

Desde horas de la mañana, un grupo de mujeres Achi se encontraron en la Plaza de los Derechos Humanos, al frente del Palacio de Justicia.

A las 8:30 am se escucharon los últimos testimonios y peticiones de las sobrevivientes, un momento importante antes de que un tribunal dicte sentencia.

A las 9 de la mañana el tribunal decidió suspender la audiencia y retomarla a las 3:00 pm para hacer la lectura de la sentencia. Asimismo anunció que no se pudo realizar la solicitud de las abogadas que habían pedido que se pudiera usar la Gran Sala para la sentencia, ya que es un caso de interés público.

En la Plaza de los Derechos Humanos, las mujeres manifestaron su solidaridad con las mujeres que declararon para este juicio. También expusieron mediante carteles los dolores que provocó la violencia en sus vidas.

A la espera de la llegada de las mujeres Achi que testificaron y sus abogadas, se realizó una ofrenda floral y varias personas tomaron la palabra en el micrófono, entre ellas Rosalina Tuyuc de CONAVIGUA, quien expresó la importancia de este caso y cómo la violencia contra las mujeres formó parte de las estrategias de guerra para atentar en contra de los pueblos mayas y no puede quedar impune.

La sentencia condenatoria

Llegaron las 3 de la tarde y desde horas antes las sobrevivientes, organizaciones y medios de comunicación se encontraban afuera de la sala de audiencias, en el nivel 15 de la Torre de Tribunales. La lectura empezó puntual, exponiendo los hallazgos y elementos que el Tribunal de Mayor Riesgo A tomó en cuenta para elaborar su sentencia.

Paralelamente, en la Plaza de los Derechos Humanos, las mujeres Achi y organizaciones escuchaban la sentencia.

Luego de una hora de lectura, el Tribunal resolvió que Benvenuto Ruiz Aquino, Bernardo Ruiz Aquino, Damián Cuxum Alvarado, Gabriel Cuxum Alvarado y Francisco Cuxum Alvarado eran responsables de delitos contra los deberes de la humanidad en su forma de violencia sexual.

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Asimismo, la sentencia describió que durante la represión en Rabinal:

– Las patrullas de autodefensa civil eran parte del ejército.
– Hubo un patrón de actuación en contra de las mujeres: se desaparecía o asesinaba a sus esposos, se violaba sexualmente a las mujeres, tomaban a los animales, quemaban sus casas, las obligaban a cocinar para los soldados.
– Esto indica que las mujeres vivieron múltiples violaciones sexuales y esclavitud doméstica.
– Algunas mujeres perdieron embarazos a causa de la violencia física y sexual de los patrulleros.
– Las mujeres vivieron consecuencias psicológicas como depresión y estrés postraumático, así como secuelas físicas en tanto hemorragias y abortos.

Con base en ello, condenaron a los 5 expatrulleros a 30 años de prisión inconmutables. Asimismo, a Damián y Gabriel Cuxum Alvarado se les sumaron 8 y 2 años de prisión por los delitos de supresión y alteración del estado civil; y uso público de nombre supuesto.

Afuera de la Torre de Tribunales, mujeres y organizaciones se reunieron a celebrar la sentencia, agradecer y acompañar a las mujeres Achi por su valentía y camino recorrido. En el piso de la Plaza de los Derechos Humanos se leían extractos de los testimonios escuchados durante el juicio, donde las mujeres describieron la violencia sexual.

Con la llegada de las sobrevivientes y las abogadas, la plaza se llenó de aplausos y energía solidaria. Todas las mujeres achi y las abogadas se pusieron en un círculo y se tomaron de las manos