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Lucrecia Hernández Mack: «Los amores de mi vida son mis hijos y Guatemala»

Fotografía: Jovanna García

Una mujer marcada por la historia del país y de su familia, feminista que participa activamente en el movimiento, médica y cirujana, columnista, escritora, catedrática, política; amante del barroco, especialmente de Vivaldi, que es el nombre que también lleva su gato, hija de Myrna Mack, una de las antropólogas activistas más fuertes de la historia del país, madre de un estudiante de filosofía y de un estudiante de ciencias de la comunicación en la universidad Ibero de México, sobrina de Helen Mack: la mujer que ha dedicado su vida a buscar con lupa a los asesinos de su hermana y a defender los derechos humanos, la exministra de Salud que le dijo que no al pacto de corruptos del actual gobierno y una de las diputadas electas al Congreso por el listado nacional para el próximo gobierno por parte de la bancada Semilla, todo eso y más, es: Lucrecia Hernández Mack.

En el marco de la represión de los años 70, nace Lucrecia Hernández Mack en 1973. Su madre fue la activista Myrna Mack, que fue asesinada a manos del ejército en 1990. Ella tuvo que crecer sin su madre, pero eso no la detuvo. Su anhelo por superarse y luchar por la justicia del país, marcan su vida entera, para Lucrecia su familia y ella son: fuerza.

Tiene una Maestría en Salud Pública en la Universidad Rafael Landívar, otra en Medicina Social en la Universidad Autónoma Metropolitana del Distrito Federal de México, un posgrado en Medicina Social, ha sido consultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Medicus Mundi Navarra. También ha participado como facilitadora e investigadora en la fundación con el nombre de su madre, Fundación Myrna Mack, fue Profesora en la Universidad Rafael Landívar, entre otros cargos más. Básicamente, sus cargos y labores políticas y como profesional de la salud, hablan por ella. Además, es la exministra de Salud que se atrevió a renunciar a solo seis meses de iniciar sus funciones, al cargo durante el gobierno de Jimmy Morales, antes que renunciar a sus ideales políticos y humanos, la exministra que prefirió desistir al puesto antes que permitir que los interpelaran a ella y a su equipo de trabajo.

Lucrecia hoy en día es parte de la bancada Semilla, un partido socialdemócrata que ingresará al Congreso el próximo gobierno. Compañeros del partido, mencionan que desde que Lucrecia se incorporó a Semilla, lo hizo con toda la convicción y entrega, con un enorme respeto por los procedimientos institucionales. También aseguran que es una de las mejores líderes de las nuevas generaciones, con mucha capacidad y que es una brújula ética bien calibrada, es un ejemplo dentro y fuera del partido. Les enorgullece estar en la misma bancada que ella, y en el mismo momento para construir y fortalecer el partido.

A pesar de estar viviendo un momento de tensión por las zancadillas que varios diputados y funcionarios del Ejecutivo quieren ponerle para que no entre al Congreso, estar a dos días de su aniversario de vida número 46, y de tener una agenda muy corta de tiempo, el 14 de noviembre, logré reunirme con Lucrecia en el café Kitapenas Books & Bistro a las 8 a.m., ya que sabía que tiene una especial fascinación por la literatura. Una mujer amable, que me saludó con una sonrisa, a la que no le da pena su gusto por el reggaetón y que reconoce a sus hijos y a Guatemala como los amores de su vida.

¿Qué rasgos destacan en su personalidad?, ¿qué es lo que más le gusta de usted misma y qué no? 

Siento que heredé bastante la fuerza de mi familia materna, hay mucha determinación, mucha perseverancia y creo que tengo eso, y también tengo como un… compromiso social y político que viene mucho de la parte de mi familia paterna, entonces creo que tengo esos rasgos. ¿Qué me gusta de mí? (Lucrecia suspira), que me atrevo a tomar decisiones y a hacerle frente a las consecuencias de esas decisiones… y creo que tengo criterios adecuados para tomar decisiones. Y que no me gusta, mmm… muchas cosas, (Lucrecia y yo reímos) emmm, a veces puedo ser muy necia, entonces tengo que abrirme más y… estar dispuesta a escuchar distintas opiniones, yo creo que eso aporta más a todo.

¿Qué es lo que más disfruta de sus labores actuales? ¿Por qué? 

Bueno, en este momento estamos en un período de transición. Digamos, terminamos una campaña electoral, todavía no hemos llegado al Congreso, pero en este momento estamos preparándonos para entrar al Congreso, entonces estamos haciendo todo un trabajo de formación política y siento entonces que estos seis meses han sido de mucho aprendizaje y eso es lo que más estoy disfrutando: conocer más sobre lo que viene en el Congreso, pero además conocer mucho sobre los temas y las demandas por parte de sectores sociales respecto a las agendas estratégicas de trabajo a nivel de legislación, de fiscalización y para la representación.

Quisiera saber sobre su familia, ¿me podría contar un poco sobre sus hijos? 

Bueno, tengo dos hijos, son Rafael que es el mayor, tiene 21 años y está estudiando ciencias de la comunicación (me ve y sonríe), y Joaquín, que tiene 19 años y está estudiando filosofía. Los dos viven en la Ciudad de México, emmm… y pues la verdad son hijos que me caen muy bien (reímos). Me parece que son chavos como muy centrados, bastante maduros para la edad que tienen, yo creo que a esa edad tal vez no tenía la misma madurez. Tienen un proyecto de vida cada uno ya muy definido y la verdad es que solo les puedo desear lo mejor a ellos. Y de ahí pues, mi papá que… es médico cirujano y mi familia materna donde está mi tía Helen (que es como mi segunda mamá) y mi abuela, y todas las demás tías y primas.

Me interesa saber sobre sus gustos musicales. ¿qué música escucha Lucrecia Hernández y qué artistas recomienda? 

Bueno, escucho más o menos como tres tipos de música, una es el barroco que me gusta mucho y pues tal vez mi compositor favorito es Vivaldi, de hecho tengo un gato que se llama Vivaldi (reímos). De ahí, me gusta el pop en inglés y me gustan cantantes tipo mujeres fuertes como Pink o no sé… Katy Perry y otras, y me gusta mucho el reggaetón (me ve con cara de “ni modo”), a pesar de ser feminista pues tengo mis contradicciones pero sí me gusta, así que bueeeno, ahí no recomiendo a nadie (reímos mucho).

Y, ¿un artista o una artista local que le guste y que usted diga “me gusta escucharla”?

Me gusta Gaby Moreno. 

Si no se hubiera dedicado a la política y a la salud, ¿a qué otra cosa se hubiese dedicado?

(Suspira), Me gustaría ser mesera en un café en Culiacán, no… eh sí… me gustaría digamos ser librera o mesera de un café o no sé, alguna cosa así. Cosas más tranquilas.

Debido al asesinato de su madre, usted tuvo que crecer sin ella, ¿cómo fue crecer sin su mamá? ¿cómo fue crecer con su tía y la relación con ella?

Bueno, en realidad a mi mamá la matan cuando yo tenía 16 años y la matan un par de meses antes de que yo me graduara del colegio, entonces fueron como muchos cambios a la vez, entre la ausencia de mi mamá e iniciar la universidad, digamos empezar como una vida más independiente y autónoma. Siento que fueron como varios cambios juntos, pero al mismo tiempo el hecho de estar entrando a una fase diferente como la universidad, me ayudó bastante como a seguir adelante, igual nosotras con mi mamá ya vivíamos con la familia materna y pues en términos como de vida, de cotidianidad familiar el cambio no fue tanto. Yo con mi tía y con mi abuela, pues ya nos llevábamos bastante bien, ya teníamos una rutina por lo que no fue tan difícil. Las ausencias de mi mamá se sienten más como en momentos clave de la vida, como por ejemplo pues, la graduación del colegio. Entrar a la universidad, graduarme de la carrera, tener hijos verdad y pues saber que mis hijos podrían tener una abuela y que no esté, entonces son como esos momentos de la vida en donde la ausencia pesa más. En general la ausencia pesa, siempre estoy constantemente preguntándome si ella estaría orgullosa de mí, si aprobaría lo que estamos haciendo y ese tipo de cosas… pero ayudó mucho tener esta red familiar y que habían otros cambios también dándose que permitieron, pues avanzar.

Tengo entendido que además de estar involucrada en la política, usted es médica y cirujana, y que además, es feminista. Por lo que quisiera preguntarle: si la iniciativa de Ley 5272 es aprobada, ¿cómo cree que puede afectar a la población en relación a la educación sexual y seguridad, sobre todo a las mujeres y niñas? 

A ver… esta iniciativa de ley 5272 es completamente regresiva, de hecho riñe con la Constitución y también riñe con marcos legales internacionales y así que aunque pasara tendrían que haber algunos recursos o acciones para detenerla. Si en caso en algún momento muy bizarro esto llegara a darse, pone en jaque a una gran cantidad de la población, a la comunidad LGBTIQ, en la medida en que criminaliza a esta comunidad, a las mujeres también las pone en jaque porque resulta que se les ve ya como sospechosas por cualquier aborto espontáneo que pueda tener, pone a los médicos y a las médicas en jaque porque cualquier médico o médica que atienda un aborto espontáneo se convierte como en el policía de la mujer, tiene que (supuestamente) tomar el producto que se haya abortado mandarlo a patología, tener un análisis y ver si fue a propósito o fue natural, entonces genera toda una serie de funciones nuevas para los médicos, para las instituciones, para el Inacif y criminaliza a la mujer por un aborto espontáneo. En términos de educación integral en sexualidad, pues hace que en los colegios, las escuelas y en general se vuelva más tabú todavía hablar de esto y lo que hemos visto es que cuando no se habla y no se educa en sexualidad, tenemos más problemas de derechos sexuales y reproductivos, más problemas de salud sexual y reproductiva, mientras que cuando se da educación integral en sexualidad justamente los jóvenes que han pasado por esos procesos educativos, reducen su número de parejas sexuales, retrasan su primera relación sexual, saben decir que no en el momento que no desean tener una relación sexual, por lo tanto una ley como esta lo que hace es quitarnos herramientas y criterios para tomar mejores decisiones en la vida.

En lugar de esta iniciativa de ley, ¿qué tipo de ley cree que se debería estar proponiendo para beneficiar a todos los guatemaltecos y guatemaltecas? 

Bueno, nosotros en el partido político hicimos una agenda legislativa con base a lo que le llamamos las tres erres: la primera es rescatar el Estado, la segunda es reconstruir las instituciones públicas y la tercera es responder a la población. Entonces, la primera erre es un paquete de leyes que permitan transparentar, son reformas clave como ley electoral de partidos políticos, ley de agua, ley de competencia, etc. La segunda son reformas y leyes que tienen que ver con mejorar la administración pública como servicio civil, etc. Y la tercera erre incluye las agendas de sectores de población, como por ejemplo mujeres, niñez y adolescencia, pueblos indígenas, medio ambiente, energía eléctrica, etc. Entonces, ya tenemos una propuesta de lo que hay que echar a andar y nosotros lo consideramos una agenda progresista en el sentido que fortalece instituciones, la transparencia, justicia, sistema político, y que además es para avanzar en derechos humanos.

En su corto período como Ministra de Salud en el actual gobierno, ¿tenía planes de luchar por la educación sexual y el aborto legal y seguro? 

No, nosotros seguíamos los lineamientos del gobierno y del plan de gobierno, y eso no estaba dentro del plan de gobierno de este momento. Lo que sí es cierto, es que estábamos trabajando dentro del marco legal existente, por ejemplo el aborto terapéutico se mantiene y definitivamente eso pensamos que debe mantenerse y no tener una regresión como ha pasado en países como El Salvador.

¿Cómo cree que estuviera actuando el Ministerio de Salud, si usted hubiera seguido siendo la ministra? ¿Cree que hubiera podido cumplir sus objetivos si el actual presidente no hubiera estado realizando acciones en contra de sus ideales?

Sí, la verdad es que nosotros sí nos mirábamos como un equipo que iba a llegar al 14 a las 14 del 2020. Estábamos impulsando varios procesos no solamente para el fortalecimiento para la red de servicios, si no también para el fortalecimiento institucional del Ministerio de Salud. Por ejemplo, cómo clasificar correctamente a treinta mil trabajadores del ministerio que están contratados por renglones temporales, y llevarlos a ser 011 de una manera correcta. De acuerdo a la ley de servicio civil, también mejorando nuestras prácticas de compras, contrataciones y adquisiciones y, estableciendo en la parte de servicios un modelo de atención integral empezando por el primer nivel en los puestos de salud. Íbamos bien, la verdad es que el presidente nos dejaba ser, nunca nos pidió hacer nada incorrecto y lamentablemente él toma la decisión de ponerse del lado de la corrupción y eso sí nos genera contradicciones éticas y políticas que hacían inviable nuestro plan de trabajo. En ese momento en que él toma una decisión, si nosotros no nos hubiéramos ido ese mismo día en el que pusimos la renuncia, yo calculo que los corruptos ya empoderados nos hubieran interpelado y hubiera habido una salida más temprana que tarde.

¿Qué acciones cree que puede realizar como diputada al Congreso por el Listado Nacional, cuando el próximo gobierno entre en vigencia?

Bueno, a los diputados y diputadas nos corresponde hacer el trabajo de legislación, de fiscalización y de representación. En mi caso, me gustaría estar en la comisión de salud y desde ahí impulsar alguna legislación que ya está en proceso, como por ejemplo la ley de alimentación escolar, la ley de trasplantes, también es necesaria una ley de acceso a medicamentos. En el caso de fiscalización, pues obviamente el interés está en apoyar esas buenas políticas que pueda impulsar este Ejecutivo desde el Ministerio de Salud, y eso implica una fiscalización sobre el fortalecimiento institucional que puedan hacer especialmente en el tema laboral, y cuáles van a acompañar esos planes para aumentar la cobertura del acceso universal, entonces, esos serían los principales procesos a nivel de salud. También me interesa ser parte de la comisión de derechos humanos y una de las prioridades de la bancada y también como diputada en funciones, cuando ya entremos al Congreso, es la ley de servicio civil, eso es clave para que tengamos al menos un Ejecutivo con menos clientelismo político, más transparente, que rinda cuentas y que también puedan ir mejorando sus competencias técnicas, administrativas y otras, para cumplir con sus funciones. Por ejemplo, el Ministerio de Salud sin un buen sistema de servicio civil nunca va a lograr cumplir con el derecho a la salud.

¿Cómo cree usted que se va a llevar a cabo el próximo gobierno ahora que han aprobado más presupuesto para los militares?

En el presupuesto se ven las políticas, se ve cuáles son las prioridades. Yo entiendo que este gobierno que entra no ve con buenos ojos el presupuesto que le van a aprobar, entonces habrá que ver si el Ejecutivo solicita enmiendas o reformas al presupuesto 2020 del próximo Congreso y ahí veremos cuáles son las prioridades de este gobierno. Pero, hasta este momento el presidente electo ha hecho declaraciones a veces contradictorias, entonces todavía no está muy claro cuáles van a ser sus prioridades de política pública, pareciera que se van a ir más al tema de seguridad y economía, y no tanto al tema de políticas sociales, pero bueno, desde el Congreso tendremos que ver que también se enfoquen en educación, salud, desarrollo, etc.

¿Cuál cree que va a ser el futuro de Jimmy Morales cuando entregue la presidencia?

Lo primero que va a ser es seguramente tratar de ir al Parlacen y buscar la inmunidad ahí, con el derecho a antejuicio, pero siento que esos corruptos a los que él ha favorecido con sus decisiones lo van a dejar solo. Se va a ver más vulnerable, probablemente termine siendo enjuiciado o huya del país, pero va a caminar en la calle y la gente lo que va a hacer es abuchearlo o reclamarle, va a tener como un escarnio público aquí.

¿Cómo cree usted que Jimmy Morales llegó a este punto, qué fue lo que le hizo a él ofrecer una oferta política ni de derecha ni de izquierda, sino la solución? Y, ¿qué lo llevó a tener un estado militarizado, de cierta manera?

A ver, él ni siquiera se esperaba ganar. No estaba preparado para asumir una responsabilidad tan grande como la presidencia de un país complejo y complicado como Guatemala. Básicamente se dedicó a hacer lo que se ha dedicado toda su vida, que es actuar. Él asumió la presidencia como un rol, como un papel que debía jugar y hasta se nota que actúa, no es natural, no es una persona que se siente presidente si no que actúa como presidente. Al inicio él estaba cercano a los “champions de la anticorrupción”, como Thelma Aldana, el embajador Todd Robinson, Iván Velásquez, etc., había ganado bajo ese discurso de “ni corrupto ni ladrón”. En la medida en que esta misma lucha empezó a afectarlo a él y a su familia, él se fue distanciando de estos actores políticos y se fue acercando con aquellos que también se estaban viendo afectados por la lucha contra la corrupción, y en esa medida esos otros actores, los proimpunidad, procorrupción, empezaron a escribirle el guion. Básicamente le dijeron cómo actuar y él se ha dedicado a actuar el guion que alguien más le escribe. Fue un proceso, en el 2016 él era cercano a los que luchaban contra la corrupción y pues ya vemos que ahorita él termina su periodo justamente porque lo han cargado en sus hombros los corruptos. 

¿Cómo ve al país después del gobierno de Giammattei? 

El gobierno de Giammattei lo va a tener difícil. Por ejemplo, cuando entramos al gobierno algunas personas decían: “Es que entrar después del partido patriota es como entrar a una casa saqueada”, no había nada. Yo pienso que entrar al gobierno después de Jimmy Morales, es como entrar a una casa demolida porque la poca institucionalidad que recibió este gobierno la han ido desmontando. Entonces, el gobierno de Giammattei si realmente quiere hacer algo, lo que va a tener que hacer es detener ese socavamiento institucional y empezar a reconstruir instituciones. Veo muy difícil que vaya poder impulsar muchas políticas y se va a quedar básicamente tratando de construir institucionalidad, la decisión fácil sería construir una institucionalidad paralela, crear equipos paralelos de trabajo, esperemos que no lo haga, eso es lo más fácil pero no es lo más sano ni lo más sostenible en el tiempo, si él se dedica a eso, esperemos que el gobierno que venga después de Giammattei reciba al menos instituciones, porque ahorita eso es lo que menos tiene el estado. Veremos a ver como va…

Ahora ya para terminar, ¿cuál es el modelo de gobierno que cree que resultaría para Guatemala? Tengo entendido que usted es izquierdista, ¿qué piensa de un modelo como “comunismo moderno?

No, a ver, yo soy de izquierda, pero de izquierda reformista. Me cae por parte de la derecha por ser de izquierda y me cae por parte de la izquierda por ser reformista (reímos). Yo siento que en este momento la manera en la que se han definido los regímenes políticos en esos lugares como el bloque socialista que hubo en algún momento, la misma China… no serían una buena fórmula para Guatemala. De hecho, estoy en Semilla porque se considera un partido socialdemócrata que reconoce el rol que tiene que jugar el Estado, que es la garantía de los derechos humanos y tener un nivel de participación en la regulación, en la economía, en servicios y bienes para la población, pero también reconoce que debe jugar el mercado y yo creo que no podemos abstraernos de eso. Lo que ocurre en el caso de Guatemala es que el sector empresarial es un sector muy anacrónico, muy conservador, y lo que le ayudaría mucho a Guatemala es tener un Estado y un gobierno dirigido a esto, a garantizar los derechos humanos pero también un sector empresarial y privado más moderno, más democrático, más abierto, más innovador y no tan tradicional como ha sido hasta el momento. Entonces, yo sí creo que ahí no tienen que pensarse como antagónicos el Estado y el mercado, si no pensarse como complementarios, cada uno con roles y funciones sin machucarse los juanetes, pero para eso necesitamos instituciones públicas fuertes y limpias y empresarios modernos y democráticos.