Tras 7 años en el exilio en diferentes países, Aura Lolita Chávez Ixcaquic retornó a su comunidad con un recibimiento en el sitio sagrado Q’umarkaj ubicado en la cabecera departamental de Quiché, Guatemala.

Por Alex PV

En 2017, mientras Lolita Chávez se encontraba en resistencia y manifestación contra empresas mineras y madereras que operaban en el departamento de Quiché, fue amenazada de muerte por personas desconocidas y acusada injustamente en el sistema de justicia de delitos que no cometió. Estas acusaciones provenían de las empresas con el objetivo de detener la resistencia de la activista. Como resultado, tuvo que exiliarse para protegerse de la persecución.

En 2024, después de cumplir 7 años en el exilio y tras retirarse los cargos en su contra, Lolita Chávez regresó bajo el lema “El retorno en comunidad”. Este retorno inició el 21 de junio y culminó el 30 de ese mismo mes en el sitio sagrado Q’umarkaj, que caracteriza al pueblo maya K’iche’, ubicado en la cabecera departamental de Quiché. 

Fue acompañada por una caravana organizada en Milpa Alta, al sureste de la Ciudad de México que posteriormente se dirigió al sureste del país, acompañada también por miembros de la comunidad internacional de Italia, Argentina, México, Bolivia, Honduras y Chile. La marcha continuó en Honduras cruzando la frontera de Guatemala, apoyada por diversos colectivos, feministas y activistas por los bienes naturales y los derechos humanos.

Conoce más detalles acá:

https://prensacomunitaria.org/2024/06/lolita-regresa-y-no-regresa-sola/ 

Lolita fue recibida en Q’umarkaj el 30 de junio con música de marimba, candelas, pancartas y pom por autoridades ancestrales, activistas y familiares. Durante la celebración, se pronunciaron discursos sobre la defensa del territorio y se plantearon propuestas para su protección.

“El retorno en comunidad” de Lolita Chávez plantea una pedagogía de acompañamiento y posicionamiento político para que se deje de criminalizar a las mujeres y personas defensoras del territorio, según la activista mexicana Carla Elena. Esto requiere que como comunidad se respalde la posibilidad de que todas las personas puedan retornar en cualquier parte del mundo.

Según Lolita, los retos que enfrentó durante el exilio fueron mantener su identidad, ya que la veían diferente y extraña. En Europa lamentablemente las personas no tienen esa conexión como los pueblos originarios de Latinoamérica y se sufre la discriminación en diferentes espacios por ser una persona extranjera en esos territorios, indicó. “Cuando ven que llegas con tu mochila, cargada de tu identidad, te quieren expulsar, pero también te excluyen de muchos procesos”, agregó. 

Algo tan sencillo como mantener su vestimenta fue un desafío para ella, ya que esa indumentaria maya no se encuentra en otros continentes. “Uno de los principales retos que tuve fue como no desvincularme de las comunidades”, expresó. 

Hugo Zamburro, activista italiano quien acompañó este regreso señaló que el caso de Lolita Chávez es un ejemplo concreto de que, si los pueblos se unen, pueden ganar. “Tenemos que globalizar la resistencia”, indicó. 

Lolita se ha convertido en defensora de los derechos humanos de los pueblos originarios en América Latina y ahora a nivel internacional por sus luchas en Italia, España y a favor de Palestina.

“La lucha que se pierde, es la que se abandona. Regreso más aguerrida, más formada con todo lo que fui a aprender en todos los territorios en donde estuve, yo siento que soy hija de los pueblos", menciona Chávez, quien afirma continuar su lucha junto a su comunidad maya en Santa Cruz del Quiché.

Conoce la historia completa acá: