Por: Ruda

La forma de llevar las noticias cada vez ha ido cambiando y adecuándose a la tecnología, compitiendo con las redes sociales y también alimentado a la nueva Inteligencia Artificial (IA) pero la seguridad para los periodistas, editores y personas que ejercen el periodismo, sigue pasando lo mismo. Las agresiones contra la prensa en Guatemala, posicionaron el 2023 como el año más peligroso para las y los periodistas con 219 agresiones según el Programa de Protección a Periodistas Autocuidado y Libertad de Expresión de la Agencia de Noticias Km. 169. 

La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) publicó en enero de este año la cifra de 407 en los tres últimos años del gobierno del expresidente Alejandro Giammattei. 

El precio de difundir la información para que más personas sepan lo que está pasando en un lugar o ha pasado, es un ataque directo que sienten los grupos de poder ya sea empresariales, militares, políticos o jueces. Los mediáticos internacionales han sido los casos de Julian Assange creador de WikiLeakns y Zhang Zhan, que informó sobre el virus de COVID-19. 

Guatemala 

En el país las agresiones han alcanzado a José Rubén Zamora, lograron el cierre del medio escrito Elperiódico y la cárcel para Zamora por informar sobre los actos de corrupción en el gobierno de Giammattei. Solo en este año el programa de protección de la agencia de noticias Km 169, ya contabiliza de enero a junio, 71 agresiones contra el ejercicio periodístico que alcanzan 54 casos en total, con  11 a mujeres atacadas y 8 medios de comunicación.

Los casos van desde acoso judicial, amenazas, agresiones, censura, hurto y allanamiento ilegal. Situaciones parecidas a los tiempos del Conflicto Armado Interno en el país.

El gobierno del presidente Bernardo Arévalo, tiene también ahora un papel importante que jugar, para atender las demandas de los y las periodistas luego de pasar por gobiernos que censuraron y bloquearon la información como lo fueron el de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei.  Hay una promesa que se hizo hace doce años, crear un programa de protección para periodistas y defensores, esto  sigue sin concretarse y Arévalo también lo tiene archivado por el momento en su lista de promesas o pendientes. 

En la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dentro de su observación advirtió que persiste un contexto de restricciones a la libertad de expresión, el acceso a la información y de falta de reconocimiento legal de las radios comunitarias.

Mientras otro de los temas que también afecta es que  25 periodistas ante la persecución en su contra, han optado por el exilio, así como exfiscales y personas que han luchado contra la corrupción. 

Guatemala por el momento está en deuda para quienes quieren ejercer el  Artículo 35. -libertad de emisión de pensamiento. Que indica que una persona es libre la emisión del pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia previa. Este derecho constitucional no podrá ser restringido por ley o disposición gubernamental alguna.

Así como también se debe asegurar el Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

La persecución, asedio, censura e intimidación sigue sin recibir la atención del Ministerio Público y el sector justicia. Mientras el quehacer periodístico sigue en peligro diariamente.