RUDA

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La solidaridad comunitaria de las mujeres de la Parroquia San Ignacio de Loyola en la Colonia Maya

Fotografía: Gladys Urbina de Mayorga

Gladys Urbina de Mayorga es parte de la Pastoral Social de la Parroquia San Ignacio de Loyola en la Colonia Maya desde el 2007, y junto a otras personas siempre han trabajado para ayudar en las distintas necesidades fuertes de la comunidad, sobre todo de personas ancianas, viudas, madres solteras y personas enfermas. La Pastoral está integrada por aproximadamente 25 personas, pero actualmente las acciones que se realizan están comandadas por 12 mujeres y un hombre.

Entre las acciones que la Pastoral realiza normalmente para reunir fondos y apoyar a la comunidad, está la organización de kermeses, ventas de ropa, entre otras acciones para los jueves, al momento de la Hora Santa, o bien los domingos. Cuando fallece alguien de la comunidad, ya sea integrante de la iglesia o habitante del sector, la Pastoral apoya con Q300 en efectivo y café, azúcar, vasos, entre otras cosas para un velorio; sin embargo, cuando inició el confinamiento por la pandemia ya no pudieron seguir con esas actividades, por lo que organizaron distintas formas de ayudar a la comunidad del sector.

Crearon el “Domingo de La libra”, en el que todos los feligreses y personas del sector llevan los víveres que puedan compartir y donar los días domingo. También reciben pañales para personas mayores e infantes, así como dinero para apoyar a quienes más lo necesitan. “Nosotros ayudamos a quien podamos, no importando si son de nuestra religión o no.” comenta Gladys, sin embargo, las ayudas han disminuido por la situación actual que se agrava cada vez más en el país. La ayuda es brindada por distintas personas, y en una ocasión, un supermercado donó algunos alimentos con lo que se pudo ayudar a un promedio de 35 familias, pero cada vez hay más familias por ayudar. “Mientras más se agrava la situación van surgiendo más personas, porque la necesidad es cada vez más, sobre todo para los ancianos y enfermos que necesitan, por ejemplo, diálisis, que no tienen ni siquiera para pagar un taxi para poder ir al médico.”, menciona Gladys. Además, también han ayudado a algunas personas con cuestiones como el pago de alquiler, la compra de cilindros de gas para la estufa, entre otros apoyos.

Al inicio crearon un listado de al menos 40 familias que se abocaron a la Pastoral para solicitar ayuda, y también elaboraron uno en donde enlistaron a aquellas personas que necesitan solventar algunas cosas específicas, como medicinas. “Hace poco apoyamos a una pareja de ancianos, pudimos reunir Q320 para que el señor que está muy enfermo pudiera realizarse una diálisis, también los ayudamos con pañales.”, agrega Gladys. De esta forma, entre todas las personas de la Pastoral Social van recolectando diversas ayudas para las personas dependiendo sus distintas necesidades.

Muchas veces no logran ayudar en todo lo que las personas necesitan, pero lo hacen en lo que se puede. La necesidad en la comunidad es muy grande, incluso las personas de la Pastoral se han ido quedando sin empleo, lo cual hace aún más complicada la ayuda.

La Pastoral también maneja un listado de aquellas personas a las que se les lleva cotidianamente la comunión, quienes, por distintas razones y mayoritariamente de salud, ya no pueden acudir a la iglesia. Entonces, al mismo tiempo que los ministros de la comunión van a visitarlas, la pastoral les lleva apoyo alimenticio o medicina.

Nuestro párroco y nosotras siempre hemos dicho que la Iglesia descansa en hombros de mujeres y lo vemos en el trabajo que hacemos dentro de la Iglesia, no solo para quienes van a ella, sino para quienes lo necesitan generalmente. Pretendemos ser agentes de cambio en nuestra comunidad, nuestra Iglesia, nuestras familias.”, comenta Gladys.