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La pintura, un arte que da vida y esperanza a Lorena Medina

Lorena Medina es una cantautora guatemalteca, conocida por su compromiso con los movimientos sociales de Guatemala, a quienes ha acompañado durante su trayectoria. En 2019 fue diagnosticada de cáncer cérvico uterino grado III B, lo que lo provocó un daño severo en el colon. Frente a esta difícil situación, que agravó sus condiciones económicas, comenzó a pintar motivada por lo que le enseñó su esposo, Jorge Félix Pérez Escobar, ya fallecido. Pintar le ha dado alegría, ilusión de vida y la ha reconectado al mundo, dijo.

“Yo estaba encerrada en mi misma, en mi dolor”, señaló Medina en una entrevista. Al pintar, ahora de una manera más disciplinada, considera que se volvió a abrir a la vida.

Con su canto, Medina acompañó a sindicatos y organizaciones sociales y de mujeres. También formó parte del grupo Kin La Lat, a finales de los 90. Asimismo cantó de manera comercial, en algunos conciertos, en lo que fue La Bodeguita del Centro y con Vilma Perusina.

Ha participado en actividades conmemorativas de derechos humanos, festivales de la niñez y la juventud, siempre en el ámbito de la sensibilización y de la movilización social. También trabajó en diversas organizaciones no gubernamentales.

En junio de 2019 le detectaron un cáncer cérvico uterino grado IIIB, con hidronefrosis de ambos riñones, por lo cual estuvo en tratamientos de quimio y radioterapia. Esto le provocó un daño severo en el colón y ahora vive con una colostomía.

“Me vi en una situación bien difícil porque actualmente no percibo ningún salario por parte del IGSS, porque después de 39 semanas ya uno no tiene derecho a cobrar nada, así lo han dicho en Trabajo Social”, comentó Medina.

Asimismo, dijo que como artista nacional no ha tenido ningún apoyo del gobierno. Sí la han apoyado algunos amigos como Fernando López, con quien colaboró en el disco “Desencantos de Postguerra”. López le cedió los derechos para que ella pueda difundir el disco online y tener algunos recursos económicos.

¿Por qué empezó a pintar?
Medina recuerda que cuando su esposo Jorge Félix Pérez Escobar estaba vivo le enseñó a pintar. Con él aprendió la técnica de la acuarela, acrílico y óleo como pasatiempo. A raíz de su enfermedad, se quedó sin recursos para sostener a sus hijas, que aún son menores de edad, por lo que decidió volcarse a la pintura como una alternativa de subsistencia. “Para poder transformarme, no en una sobreviviente de cáncer, sino en una mujer que busca una vida digna, a través de ese arte”, indicó.

Para Medina, en su obra está plasmada la visión de equidad de género, los derechos de la mujer, la revalorización del ser humano y del medio ambiente. En mi obra ves mujeres, figura humana, naturaleza, animales, flores, trato de usar colores vibrantes para dar a conocer que estoy luchando por mi vida, llena de esperanza. Mi lema es “Cambiar el dolor por el color”.

Ella señala que siempre ha luchado por su vida y por sus tres hijas: Margarita, de 17; Carmen María, de 10; y Arlen Daniel, de 6 años.

Día a día vive entre analgésicos y para movilizarse se apoya con un andador. Es por ello que trata de buscar en el arte un medio terapéutico para tener su mente en otra cosa, no solo en la enfermedad que está en una fase muy avanzada, con grado III B, con metástasis en el colon.

Pese a esta situación, considera que siempre ha luchado por la vida y sus hijas. “Creo que lo poco que he hecho, es con miras a una transformación social, a una vida digna y ahora, a través de la pintura, tratando de encontrar un medio de expresión como mujer y ciudadana, con un mensaje de esperanza y de valorización de nuestra imagen como mujeres”.

Medina indica que le gusta inspirarse en mujeres, porque son parte importante de la sociedad, por resalta imágenes de mujeres alegres, con vestimenta hermosa, que den a conocer la valoración de nuestras raíces.

En su pintura ha rescatado el convite, la tradición de los Fieros en Villa Nueva, parte de la cultura popular. Uno de sus cuadros se llama El Bosque contra Cayalá, una protesta por el avance de un centro comercial en el espacio ecológico.

Mi obra es un aporte a la vida porque estoy luchando por la vida, no solo por sobrevivir, señaló.

Aunque la situación que atraviesa actualmente es difícil por no contar con un salario, fue el detonante para que ella comenzara a realizar su obra plástica de manera más disciplinada.

“Sigo pintando y creo que me moriré pintando, me ha dado alegría, ilusión de vida y me ha reconectado con el mundo, yo estaba encerrada en mi misma, en mi dolor, me volví a abrir a la vida”, indicó.

Medina también comercializa sus pinturas con el fin de agenciarse de recursos económicos para sufragar los gastos por la enfermedad que padece. Si le interesa apoyarla comprando alguna de sus obras puede contactarse con ella a través de WhatsApp en este número 59941488 o bien en su página de Facebook, Lorena Medina Patzán.