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La justicia llega para Juana Raymundo, 62 años de cárcel para su femicida Jacinto Britto

Después de cancelada la audiencia de conclusiones del 24 de agosto por el femicidio de Juana Raymundo Rivera, hoy finalmente la audiencia se llevó a cabo y la justicia llega.  

Jacinto Brito, dirigente del Comité de Desarrollo Campesino -CODECA-, pastor y promotor de salud es declarado culpable con 50 años de prisión inconmutables por femicidio y 12 años inconmutables por el delito de violación consumado. Juana, maya ixil de 25 años de edad, desapareció el 27 de julio de 2018. Era enfermera e integrante de la misma organización. Fue encontrada a las orillas de un río al siguiente día de su desaparición, con visibles señales de violencia. Jacinto Brito, fue capturado en el 2018 por el delito de femicidio contra Juana. Jacinto buscaba tener una relación sentimental con Juana desde que ella tenía 12 años (él 26) y al momento de su asesinato, tenían una relación forzada.  

Después de un proceso tardío y lento, hoy finalmente ha llegado la justicia para Juana y su familia, sus padres Cecilia y Pedro, quienes han vivido gran desgaste por la espera de resolución del caso, explica Héctor Chiquín, director del Centro Para la acción Legal en Derechos Humanos -CALDH-, pues este caso tuvo que haberse resuelto entre agosto y octubre de 2019. El pasado 24 de agosto, se planeaba conocer las conclusiones del técnico del Ministerio Público -MP- y de los abogados sobre el caso, así como una sentencia, sin embargo, por percances vehiculares, el fiscal no pudo presentarse y la audiencia se suspendió. 

Distintas organizaciones civiles, como la Unidad de Protección a defensoras y defensores de Derechos Humanos de Guatemala -UDEFEGUA- y la Red de Defensoras de Derechos Humanos de Guatemala, han brindado acompañamiento a los padres de Juana en Nebaj, quienes también estuvieron a la espera de justicia por el caso. Hoy durante la audiencia, organizaciones civiles, líderes índigenas de Nebaj y distintas personas de la comunidad acompañaron en Nebaj a los padres de Juana en la audiencia virtual de la fase final del juicio, además hicieron un acto ceremonial en su memoria.

El médico forense José Nájera indicó en la audiencia que bajo estudios se determinó que Juana fue abusada sexualmente, que el cadáver fue encontrado en un lugar público como irrespeto a su dignidad. Tenía heridas en su rostro como muestra de misoginia, y que murió de un trauma en el cráneo por una lesión probablemente contra el suelo. No contaba con documentos de identificación por lo que fue reconocida por su padre Pedro Raymundo, también se pudo determinar que Juana tenía signos de violencia sexual antiguas y recientes, tanto vaginal como analmente, además el perfil genético de Jacinto Brito fue encontrado en esos estudios. 

El fiscal del Tribunal de Femicidio en Quiché explica que ya no cabe ninguna duda de la culpabilidad de Jacinto Brito en el femicidio de Juana, y que hay aspectos que indican que ella vivió una relación de dominación por parte de Brito desde 2012. Algunas testigas confirman que ella vivía en sumisión por parte del acusado, y que la relación empezó porque ella vendía tarjetas telefónicas que de esa forma abordó a Juana para tener su número de celular, ya no solo comprarle las tarjetas. A partir de ese momento es que Brito, de forma impuesta sostuvo una relación extramatrimonial con Juana y que cuidaba que la comunidad no se enterara de ello, pues era pastor y estaba casado. Además, la familia de Juana siempre supo que ella siendo menor estaba siendo perseguida por el entonces pastor, pero ignoraron por muchos años las situaciones que ella vivía en esa relación.  

Otro de los elementos que hacen que se confirme que Juana había estado con Brito, según la exposición de Héctor Chiquín, director de CALDH, fue que cuando ella salía de Cotzol el día de su desaparición, tenía un afiche en la mano, el cual fue encontrado en una vivienda en Salquilito, Nebaj, propiedad de su padre, donde ellos se reunían frecuentemente, y allí también encontraron una toalla sanitaria, papel higiénico con semen de Brito, una prueba de embarazo de orina probablemente positiva. 

Entre otros hallazgos; el celular de Jacinto Brito fue ubicado dentro del mismo tiempo y espacio que el de Juana, además, tuvieron llamadas telefónicas antes de reunirse según una prueba satelital y; el vehículo de Brito también fue ubicado cerca de los lugares en los que estuvo Juana. En conclusión, es innegable que se reunieron el día de su desaparición.  

El abogado también expone la cantidad de veces que trasladaron llamadas entre Jacinto y Juana durante la semana del 01/02/2018 al 27/07/2018. 

También existen pruebas que establecen que Juana y Jacinto estuvieron en Nebaj, y que, en la madrugada, se trasladaron a un área boscosa, lugar donde fue encontrada sin vida. Esto se pudo establecer también por una prueba satelital que ubicó su celular en el área del crimen, según explicó el fiscal del MP, así como Héctor Chiquín. 

La querella de CALDH, propuso a la doctora Lily Caravantes para que realizara un peritaje del caso, y gracias a sus estudios y análisis de los mismos, se logró armar un continuum de violencia en la vida de Juana, presentada por Héctor. 

Francisco Vivar, abogado de CALDH también en representación de los padres de Juana, específicamente de la madre, cita repetidas veces a la doctora Caravantes, haciendo énfasis que tal como dijo ella en su peritaje, todo lo que vivió Juana fue una forma de terrorismo hacia las mujeres, pues Jacinto la persiguió y dominó su vida hasta el día de su muerte, pues apunta que incluso, fue él quien movilizó su cadáver, asistiendo a sus padres, controlando su vida hasta el último minuto. También apunta que ella sufrió esclavitud sexual. 

Después de expuestas las conclusiones de la querella, el abogado de Jacinto Brito, Néstor Solano, quien lo representó por parte de CODECA según lo explica CALDH, empezó a cuestionar los tiempos en los que se estaban reconstruyendo los hechos, apuntando que era imposible que Jacinto Brito “le hubiese hecho el sexo” a Juana y después la matase en 35 minutos, dijo que “tendría que haber ocupado al menos 1 hora y media o 2, y que o pudo haberlo hecho en medio de la oscuridad”.  

También presento toda una explicación de tiempos aproximados entre los sitios en los que Juana y Jacinto se movilizaron, utilizando Google Maps para armar esas aproximaciones. Destacó que, además, “era imposible que Brito fuese culpable porque jamás mostró ser una persona violenta, y que, al contrario, siempre mostró interés en ella, hasta el último minuto asistiendo a sus padres para movilizar su cadáver”, además, consideró que Jacinto “fue responsable al suministrarle anticonceptivos para que ella no quedara embarazada, pues se sabe que es muy difícil ser madre para una mujer joven y soltera”. 

El abogado de Brito solicitó que se declarara inocente a su cliente y se le liberara inmediatamente, pero el fiscal del MP, refutó sus argumentos, explicando que las valoraciones del abogado sobre los tiempos aproximados a través de Google Maps, no podían ser tomados en cuenta, pues era una aplicación poco confiable y no oficial. 

También existen grabaciones audiovisuales y pruebas satelitales que confirman las movilizaciones y lugares en los que Jacinto estuvo, al igual que Juana, el día que desapareció. El juez le dio la oportunidad al abogado defensor de refutar eso, y entre sus explicaciones dijo que “la acusación se dedicó a armar un perfil de Jacinto, en lugar de ubicarlo en el lugar de los hechos”. 

Después, los padres de Juana, Pedro y Cecilia, solicitaron al tribunal que se hiciera justicia, condenando a Jacinto pues era el único culpable de los crímenes contra su hija, asimismo, solicitaron protección para su familia y declaró que hacía responsable a Jacinto Brito de cualquier cosa que llegara a pasarles. Por su parte, Jacinto Brito se limitó a decir que es inocente. 

La audiencia pausó en ese momento, siento aproximadamente las 13:20 horas, retomándose a las 15:00 horas, donde el Tribunal Unipersonal de Sentencia penal de Delitos de Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujeres, Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, del departamento de Quiché, el juez presidente Iván Morán Navas y Cecilia Pardo vocal 2, dictaron que Jacinto Brito es responsable de dos delitos: femicidio contra Juana Raymundo y violación consumada, condenándolo a 50 años inconmutables por el delito de femicidio y 12 años inconmutables por el delito de violación, teniendo una sentencia total de 62 años. Esta pena la deberá cumplir en prisión.  

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Los hechos que rodearon la muerte de Juana  

Juana era auxiliar de enfermería en el Centro de Convergencia en la aldea Cotzol de Santa María Nebaj, Quiché. Ella había sido electa para formar parte del Comité Ejecutivo en el Movimiento de Liberación de los Pueblos -MLP-, poco antes del suceso y formaba parte de CODECA.  

El 27 de julio de 2018 desapareció después de salir de su trabajo donde era auxiliar de enfermería, y al siguiente día a las 10:45 horas, fue encontrada sin vida a las orillas de un río con señales de tortura. Según la investigación del MP, había sido golpeada en la cabeza con un objeto cortopunzante que le ocasionó la muerte por trauma craneoencefálico.   

En diciembre de ese mismo año, fue capturado en la zona 1 del municipio Santa Cruz del Quiché, El Quiché, Jacinto Brito Raymundo de 39 años, pues a través de una investigación de la Subdirección General de Investigación Criminal de la PNC y de que se constatara por parte de la Fiscalía contra el Delito de Femicidio del MP que era el responsable de violentar y asesinar a Juana. Luego de ello, fue ligado a proceso penal y enviado a prisión preventiva por este crimen.

Jacinto Brito estaba casado y era pastor evangélico del área, lo cual lo colocaba en una posición de poder dentro de la comunidad. Desde que Juana tenía 12 años, él mantenía intenciones de “entablar una relación sentimental con ella”. Al momento del asesinato tenían una relación forzada, lo que quiere decir que, desde ese entonces hasta el femicidio de Juana, se suman 12 años de tener una relación violenta con la víctima. Brito violentó de distintas formas a Juana desde que era niña, sobre todo durante su adolescencia. La obligó a consumir anticonceptivos cuando ella era aún menor de edad para abusar sexualmente de ella.  

Jovita Tzul Tzul, abogada de CALDH, comentó en una nota sobre la cancelación de la audiencia, el 24 de agosto, que la última comunicación que se tuvo de Juana fue a las cinco de la tarde del día que desapareció, y que, aunque se habla de un secuestro, en las acusaciones del MP se habla únicamente del delito de femicidio, pero la querella que presentaron buscaba incluir, el delito de violación y violencia contra la mujer en manifestación sexual. La justicia se logró, pues efectivamente, Brito fue sentenciado por violación y femicidio, con un total de 62 años inconmutables de prisión: 50 años por femicidio y 12 por violación consumada. 

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