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La fuerza de la identidad poqomam a través de aretes

Fotografía: Manuel Larios

Estando en pandemia, en diciembre del 2020, una joven maya poqomam decidió que era el momento de continuar con el legado de su cultura a través de un accesorio pequeño, que se convertiría en un elemento poderoso para ayudar a muchas mujeres a sentirse orgullosas de sus orígenes. 

En el municipio del viento, reconocido así de manera popular, y cuna de la cultura maya poqomam Palín, Escuintla, ubicada a 40 km de la Ciudad de Guatemala, vive  Sonia Conguache Rancho, una joven poqomam de 22 años, estudiante de química biológica en la Universidad de San Carlos de Guatemala, que tras pasar por muchas vivencias de racismo y discriminación, decidió buscar una forma de resaltar su identidad sin temor, a través de un par de aretes. “Quería construir un elemento que me representara, que lo pudiera usar en todos los espacios y que dijera quién soy yo”, afirmó Sonia. 

Retrato de Sonia Conguache Rancho. Fotografía: Manuel Larios.

El proceso fue de prueba y error. Sonia ya había visto que jóvenes de otros territorios realizaban aretes para mujeres con la indumentaria maya de su región. Estos aretes, en su mayoría estaban elaborados sobre una superficie plana, pero ella decidió llevarlo a otro nivel.  

Inició construyendo un par de aretes con pasta moldeable, para ella “muy sencillos”, porque se trataba de retratar a una mujer con la indumentaria diaria de la cultura poqomam. Es usual que en las comunidades las mujeres utilicen dos diseños básicos en su indumentaria: la de diario, que suele ser más sencilla y la ceremonial o de gala, siendo más colorida, llena de detalles y símbolos que hablan sobre la historia de su pueblo. 

Figurillas de aretes hechos de pasta moldeable. Fotografía: cortesía de Sonia Conguache Rancho.

Con la práctica Sonia logró hacer la indumentaria maya poqomam ceremonial, y comenzó también a retratar a los hombres. Como resultado logró un par de aretes de una pareja. A su mamá, tías y amigas les gustó mucho lo que estaba haciendo con sus manos, por lo que comenzaron a hacer pedidos y la noticia que Sonia hacía esas figurillas como aretes, llegó a otras mujeres afuera de su comunidad.  Así nació su emprendimiento llamado Qak’ux en idioma maya poqomam, que en español se podría traducir como “nuestro ser”.

Los aretes han llegado a representar las indumentarias de San Juan Comalapa, Chimaltenango; Quetzaltenango; Cobán, Alta Verapaz; Chichicastenango, Quiché; Sumpango, Sacatepéquez; Sololá; Momostenango, Totonicapán; Tecpán, Chimaltenango; San Pablo Tamahú, Alta Verapaz; Todos Santos Cuchumatanes, Huehuetenango; San Juan La Laguna, Sololá y Patzún, Chimaltenango. El apoyo que ha recibido Sonia, además de su familia, proviene de las mujeres mayas. Para ella es una forma de resaltar cómo entre mujeres mayas existe una red de soporte y solidaridad.

Figurillas de aretes de diversos territorios maya en proceso de secado. Fotografía: cortesía de Sonia Conguache Rancho.

Sonia ha logrado que se le reconozca este oficio también como un arte. Logró tener una entrevista en la revista “Amigas” de Prensa Libre en 2021, ahí indicó que uno de sus sueños era que sus aretes lograran ser reconocidos afuera del país y lo logró. Este año fue incluida entre las artistas que estarán en la exposición The Ritual of Myth Making: Reclaim siendo el evento en Root Division ubicado en San Francisco, California, Estados Unidos. Para ella este logro significa mucho, pues los malos tratos que tuvo por ser indígena le han dado fuerza para continuar con su proyecto. 

Los caminos que ahora le deparan a su emprendimiento son inciertos, sus estudios universitarios también son una prioridad. Por el momento se siente satisfecha con su proceso y agradecida por el acompañamiento de todas las personas que han llegado a creer en ella y sus manos.