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La capital abraza el Paro Nacional en las calles

Fotografía: Internet

El 5 de octubre marcó el inicio de una serie de tomas en la ciudad de Guatemala, inspiradas por el levantamiento y toma de carreteras que comenzaron tres días antes las autoridades indígenas y ancestrales de los 48 Cantones en Totonicapán y municipios de Sololá. Hoy se cumplen 17 días de resistencia en las calles y carreteras.

Por Andina Ayala

En la mañana del jueves 5 de octubre, estudiantes de la Universidad Rafael Landívar (URL) interrumpieron brevemente el tránsito frente al Banco de Guatemala, en la zona 1 capitalina, antes de dirigirse a la sede central del Ministerio Público (MP). Más tarde, ese mismo día, residentes de Villanueva iniciaron la ocupación de la carretera a la altura del kilómetro 19 de la ruta a la costa sur y los territorios portuarios.

De manera exponencial, como una bola de nieve en descenso, colonias y barrios se sumaron a congregarse en las calles y carreteras cercanas a las acciones de protesta y toma de carreteras. Por primera vez en dos décadas, las manifestaciones se extendieron más allá de las arterias principales de la capital, reflejando el sentimiento de millones de personas a través de la recuperación de los espacios públicos.

Expertas como la psicóloga Tonibelle Che, señalan que, por primera vez en años, las nuevas generaciones rompen con la cultura de temor y de silencio, expresando su rechazo en este momento, algo que la experta cataloga como: “portentosamente revolucionario". Los guatemaltecos por fin no vamos a ser los callados, los sumisos, hoy está cambiando esa cultura”.

Por primera vez en el kilómetro 19, Mixco Lo de Coy, se sostiene un paro de carretera. Crédito Andina Ayala

Las manifestaciones se hicieron cada vez más cercanas a los sectores populares urbanos, lo cual generó que la resistencia en las tomas de los lugares durará más horas. Bajo el sol, en la noche, sin importar la temperatura o la lluvia.

Contra los prejuicios

El Paro Nacional en Guatemala, no solo ha mostrado del descontento generalizado, también ha cuestionado el estigma de indiferencia que se le señala a las personas en la capital. Así, vecinos, familias enteras y residentes de barrios etiquetados como peligrosos o “zonas rojas” se han unido de manera pacífica; han dialogado con las autoridades policiales y han evitado un enfrentamiento violento entre la población y las fuerzas antimotines.

Pinta gigante en la zona 7 de la ciudad de Guatemala. Crédito: redes sociales

En contraste, durante la toma de calles en sectores residenciales de clase media alta como la zona 16 y la zona 15, donde se presume que existe un mayor acceso a bienes materiales, la educación y a la interacción social, paradójicamente se registraron varios incidentes de violencia. En donde incluso un clérigo de la iglesia católica del Opus Dei, hizo daños a la propiedad privada, destruyendo con su automóvil varias motocicletas y atropellando personas.

Día 17 de Paro Nacional

En la ciudad de Guatemala, el epicentro de la resistencia se encuentra en el barrio Gerona, zona 1 de la capital, en la sede del MP, como el punto de convergencia de diversas fuerzas en el Paro Nacional Indefinido, que cumplen diecisiete días de exigir la renuncia de la fiscal general del Ministerio Público Consuelo Porras.

Esta mañana cientos de comerciantes de todos los mercados en el país se trasladaron en caravana hacia dicho punto.

Demostrando que las calles siguen siendo el escenario más importante para la libertad de expresión y la libertad de la defensa de la democracia.