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Jóvenes: la semilla de una nueva política

Crédito: Cortesía

 El Movimiento Semilla destacó en estas elecciones al lograr la elección de su binomio presidencial y aumentar el número de diputaciones en el Congreso de la República.

Por Jimena Porres

A pesar de ser un partido pequeño y tener un presupuesto limitado, sus candidatos lograron tener presencia en redes sociales y volverse figuras reconocidas en los mítines y volanteos en distintos puntos del país, todo esto gracias a su equipo de comunicación conocido como El kinder, conformado en su mayoría por jóvenes y jóvenas que desean ser el cambio positivo para el país.

 Las movilizaciones del 2015 fueron un momento importante para Guatemala. Aunque muchas personas consideran que no tuvieron un efecto duradero, para una generación entera fueron referentes del poder que tenía el pueblo. “Yo estaba en tercero básico cuando sucedieron, pero ahí fue cuando me comenzó a interesar la política. Me involucré en las protestas y así fue como decidí involucrarme de lleno”, comentó Juan Fernando Vindas, estudiante de Ciencias Políticas. El jóven de 23 años se encargó de la comunicación en tiempos de campaña para Bernardo Arévalo.

 “Yo no pude participar en las protestas en ese tiempo, pero sí sabía que quería hacer un cambio. Por eso, cuando tuve la oportunidad de involucrarme en esta campaña la tomé para continuar con esa lucha”, aseguró Ximena Contreras, de 25 años, licenciada en Ciencias de la Comunicación, encargada de creación de contenido para las y los diputados en campaña electoral. 

 Ambos jóvenes se acercaron al partido para ofrecer sus servicios, luego de pasar por un proceso de contratación los asignaron a sus respectivas áreas. Para Juan Fernando la buena comunicación en la política es lo que hace la diferencia, el Movimiento Semilla hizo una buena oposición, fiscalizó y cuestionó al resto del Congreso, pero si esas acciones no se comunicaban a la población, el movimiento por una mejor política hubiera pasado desapercibido.

 La estrategia que implementaron estuvo dirigida a jóvenes adultos, personas que votaban por primera vez, personas que no sabían por quién votar y a estas personas les presentaron a sus candidatos y candidatas. “Nos quisimos enfocar en humanizar a las y los candidatos a diputados, para que fueran personas cercanas y reales”, aseguró Ximena. “Queríamos capturar la política a través de la comunicación, expresar temas de interés, no solo para el partido, sino para el pueblo de Guatemala”, compartió.

 

Una campaña comunitaria

 “Nos dimos cuenta que la comunicación había sido efectiva cuando vimos a las personas apropiarse de la campaña”, mencionó Ximena. La campaña del Movimiento Semilla se caracterizó porque la población participó en esta, a través de hacer pines de semillas, de usar el emoji de la planta en redes sociales, de acercarse a los y las candidatas en mítines o volanteos e incluso, al momento de vestirse con los ítems característicos de ellos. 

 “Queríamos estar cerca de la gente, porque ellos estaban poniendo de su parte para que se respetara la democracia, entonces necesitábamos respaldarlos con nuestra presencia”, aseguró Ximena, refiriéndose a las manifestaciones que sucedieron enfrente del Ministerio Público luego de que se conocieran los resultados de la primera vuelta. En estas manifestaciones las personas, además de llevar consignas por el respeto al voto, comunicaban su apoyo al partido Movimiento Semilla. 

 “Estar presentes en las manifestaciones fue clave para saber exactamente lo que la población quería y necesitaba”, expresó Juan Fernando. Para el equipo era clave hacer presencia para mostrar el apoyo hacia las y los manifestantes y no dejarlos solos en momentos tan delicados. 

 Jóvenes en puestos claves 

Muchos partidos, durante la campaña electoral, enfocan parte de su discurso en la importancia de la juventud y prometen que esta será escuchada y jugará un papel importante durante el gobierno. A pesar de estas promesas, en pocos partidos hay participación de jóvenes. “Se nota mucho por los mensajes que envían y cómo los comunican”, señala Juan Fernando. Para él, hablarle a la juventud va más allá de hacer trends en tik tok o bailar para atraer la atención, “piensan que a través de hacer el ridículo atraerán la atención del voto joven y entonces me pregunto, ¿piensan que los jóvenes somos ridículos? Desde esas estrategias se nota que no involucran a jóvenes en sus campañas, nos desestiman, no saben realmente lo que queremos y nos infantilizan”. 

 Dentro del Movimiento Semilla los jóvenes no eran tokens para ganar puntos con la población. “Teníamos la libertad de producir, opinar y proponer. La comunicación era directa y no necesitábamos del permiso de medio mundo, así fue como realmente sentí que confiaban en mí y en mi trabajo”, señaló Ximena. Mientras más tiempo pasaba, el equipo de comunicación más se empoderaba, al ser jóvenes sabían qué temas eran de interés y las mejores formas para abordar estos temas. 

 Uno de los retos a los que se enfrentaron fue la percepción que tenía la población de Bernardo Arévalo, un diputado bastante serio, distante y estricto. “Queríamos mostrar la fotografía completa de Bernardo, una persona con la esperanza de cambiar las cosas para bien. Su lado divertido, amable y jovial con el que trata a las personas en su día a día”, comentó Juan Fernando. A través de mostrar este lado de Bernardo se logró que las personas conectaran con él, se aproximaran sin miedo y naciera la figura del “tío Bernie”.

 “Las juventudes tenemos el poder de incidir, hacer un cambio a través de involucrarnos de lleno en política, sin la necesidad de ser políticos”, aseguró Juan Fernando. Para él, pertenecer al equipo de comunicación del binomio presidencial era su forma de aportar de forma positiva al futuro de Guatemala, poner de su esfuerzo para hacer visible la esperanza del cambio.

 Para Ximena pertenecer al equipo de comunicación resignificó el actuar político de las jóvenas. “Me dieron la oportunidad de pertenecer a un movimiento, más allá de un partido político, que se enfocaba y ejercía el apoyo hacia las jóvenas, tanto en diputaciones como en los equipos de la campaña”. Entiende que puede ser intimidante involucrarse en política desde cero, pero que no debería de ser así, hacer la política accesible y fácil para las y los jóvenes debería ser prioridad, pero todo debe empezar por las ganas de cambiar y tomar decisiones para empezar.