Por: Belén Gálvez

A raíz de la detención de Fernanda Bonilla y José Marroquín presuntos implicados en el femicidio de Melissa Palacios, recientemente han habido publicaciones a través de Facebook y otros medios que tratan de invisibilizar el femicidio y mostrarlo como un crimen pasional, entre Fernanda y Melissa.

La atención en la búsqueda de justicia se ha visto desviada, debido a la serie de publicaciones en redes sociales que suponen que, Fernanda Bonilla cometió el acto femicida junto con José Marroquín por celos. Algunos medios aluden que ambas tenían una relación sentimental, lo que hasta el momento no ha sido confirmado, lo que “justifica” y
“romantiza” la gravedad de los femicidios a “amor”, “locura” y “pasión”. Lo cual desvía la atención de la sociedad. Asimismo, fomenta los comentarios de lesboodio como “marimachas”, “tortilleras”, entre otros, lo que estereotipa las relaciones lésbicas y vulnera a la población LGBTIQ+.

Debido a las publicaciones con el mismo discurso, así como suposiciones a la vida privada de Melissa, sus familiares exhortaron a los internautas a que no crean este tipo de noticias y que no se hable solo por hablar sobre Melissa.

La consecuencia ha sido la revictimización de Melissa, al mencionar explícitamente cómo fue el acto femicida y las condiciones en que se encontró su cuerpo.

Un femicidio no se puede invisibilizar como un crimen pasional. La razón para Alejandra Collado, columnista feminista, es que al llamarlo ‘crimen pasional’ se indulta a los femicidas, con el “no pudo controlarse”, “perdió el control”. Lo que vulnera a la víctima, porque se llega a la conclusión de que la víctima se lo merecía y se termina justificando el crimen, asegura Collado. Un femicidio es una muerte violenta debido al género. Durante el proceso de investigación se debe velar por la justicia de la víctima y no revictimizarla. Ni a ella, ni a sus familiares. Melissa Palacios merece justicia, Melissa es víctima de femicidio, no de un crimen pasional.