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Hogar Seguro: ‘’Se escuchaban los gritos de ayuda de las adolescentes’’

Foto: Jasmin López.

Con mascarilla y lentes para proteger su identidad declararon dos policías que estuvieron presentes durante la tragedia del Hogar Seguro. Según sus testimonios, la exsubinspectora Lucinda Marroquín se negó a auxiliar a las niñas cuando comenzó el fuego, y el exsubcomisario Luis Pérez Borja incurrió en un abuso de autoridad al ordenar la entrada de agentes de la Policía Nacional Civil en el albergue. 

Por Jasmin López

“Se escuchaban los gritos de ayuda de las adolescentes. Cuando esto sucede, intentamos apoyar ingresando al salón. Sin embargo, el humo es muy intenso, las llamas muy fuertes y no se puede hacer mayor cosa por apoyar a las adolescentes”. Estas fueron las palabras con las que la testigo Ñ, con la voz quebrada, relató los sucesos del 8 de marzo del 2017.

La testigo identificada como Ñ es una de las dos agentes de la (PNC), que acudieron a rendir su declaración en la audiencia que se realizó el jueves 29 de agosto por el Caso Hogar Seguro, en el que 41  niñas y adolescentes murieron a causa de la negligencia del Estado que debía protegerlas.

La testigo identificada como Ñ dijo que fue notificada en horas de la madrugada de que debía presentarse en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en San José Pinula. Al llegar al lugar, los agentes convocados fueron distribuidos en grupos y el exsubcomisario Luis Armando Pérez Borja les ordenó que ingresaran al albergue. La “Sierra India”, nombre con el que la testigo se refirió a la  exsubinspectora Lucinda Marroquín, estaba a cargo del grupo. Marroquín ordenó vigilar que las 56 adolescentes, a quienes habían encerrado bajo llave en un aula, para que no causaran disturbios.

Tras horas de estar hacinadas, las niñas pidieron varias veces que las dejaran ir al sanitario, pero los encargados del albergue no lo permitieron, por lo que, sin poder aguantar más, tuvieron que hacer sus necesidades fisiológicas allí mismo.

“Ellas comienzan a tapar las ventanas con unas colchonetas que tenían allí. Una señorita indica que había fuego dentro del salón. Sin embargo, no se lograba observar nada porque las ventanas estaban cubiertas con las colchonetas. Al tiempo consecutivo se empieza a observar humo y seguidamente del humo se ve que empiezan las llamas”.

La testigo aseguró que cuando le avisaron que había fuego, la  “Sierra India”  hizo caso omiso de la emergencia y se negó a abrir la puerta, aunque tenía la llave en su poder dejando que las niñas se quemaran.

Testigo O

“A las ocho y treinta y cinco, aproximadamente, una de mis compañeras le dijo, ‘jefa, está saliendo humo, está saliendo fuego’. Entonces, la jefa corrió y todas corrimos a ver pero la jefa no abrió enseguida; aproximadamente, calculando, de tres a cinco minutos tardó para abrir la puerta donde estaban las menores. Tres de ellas salieron por su propia cuenta pero las demás, no”, declaró la testigo O sobre la reacción de Lucinda Marroquín ante la emergencia. “No dijo nada, solo agarró el teléfono y se puso a llamar, no sé si pidiendo autorización para abrir o no sé, no sé por qué se puso a llamar pero ella solo agarró el teléfono y nosotras le gritábamos, ‘¡Jefa, abra!’”.

Al igual que la testigo Ñ, contó que, antes de que comenzara el fuego, las niñas hicieron sus necesidades fisiológicas dentro del aula, ya que las autoridades del hogar no les permitieron salir al baño. Aunque había otras aulas disponibles, las niñas estaban encerradas en la última, la cual era demasiado pequeña y no tenía capacidad para las 56 adolescentes, de acuerdo a la testigo, además de que el salón  estaba en malas condiciones.

También declaró que aunque ella y las demás policías fueron llamadas al hogar para brindar seguridad perimetral, al llegar el excomisario Luis Armando Pérez Borja, a quien identificó, les ordenó entrar al albergue para contener un supuesto motín organizado por las niñas, lo que constituyó un abuso de autoridad.

Al ser cuestionada por el abogado defensor de Pérez Borja, de por qué afirmaba que esto fue un abuso de autoridad, la testigo O respondió que según el reglamento de la PNC la seguridad perimetral es específicamente en áreas exteriores. 

Ambas testigos manifestaron que haber presenciado estos trágicos hechos dejaron en ellas un profundo trauma que perdura hasta el día de hoy.

“Hicimos lo humanamente posible para sacar a las menores, por ayudarlas a salir”, fueron las declaraciones de la testigo O. “Es algo desgarrante, es algo que hasta la fecha duele”.