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En Guatemala los femicidios continúan impunes: la lucha de tres familias por la justicia

Han pasado 1 año y 3 meses desde el femicidio que despertó una ola de movilizaciones de mujeres luego de un largo periodo de confinamiento por la pandemia. Fue el caso de Litzy Cordón, una joven de 22 años estudiante de trabajo social, que fue secuestrada y asesinada en Teculután, Zacapa el 6 de octubre de 2020. Su familia y redes de apoyo inmediatamente alzaron la voz en una caminata solemne con velas y la Canción Sin Miedo de Vivir Quintana, que se volvió el himno de las movilizaciones contra la violencia machista y los femicidios. 

Tres meses después, la desaparición y femicidio de Luz María López Morales conmocionó a la Ciudad de Guatemala, con la lucha que su familia ha realizado para que este femicidio no se olvide y que se haga justicia. Posteriormente, el 4 de julio de 2021 en el mismo departamento de Litzy desapareció Melisa Palacios, quien fue encontrada sin vida al día siguiente. Su familia continúa exigiendo justicia en un proceso que ha sido retrasado múltiples veces y donde los juzgados han beneficiado a las personas acusadas con el cambio de delito para que no se considere un femicidio. 

Estos tres casos pueden ilustrar las luchas por la justicia que las familias emprenden por sus hijas, sobrinas, hermanas, nietas o primas, contra todo un sistema que beneficia a los perpetradores y hace esperar años para obtener justicia penal. Paralelo a ello, las movilizaciones que han despertado estos casos son parte de la denuncia y condena social que hacen las mujeres contra los femicidios, la violencia y el olvido. 

Ni una menos en Zacapa

Una semana antes del femicidio de Litzy Cordón había sido asesinada Laura Daniela Hernández en el mismo municipio de Teculután, Zacapa. Ambas jóvenes tenían 22 años y sus casos generaron una gran conmoción en la comunidad. Sin embargo, la lucha de la familia de Litzy visibilizó su caso a nivel nacional, siendo el detonante de movilizaciones en Huehuetenango, Alta Verapaz, Quetzaltenango, Escuintla, Antigua Guatemala y Ciudad de Guatemala.

https://rudagt.org/temas/niunamenos-movilizacion-de-mujeres-contra-las-violencias-patriarcales/

Hasta la fecha, el femicidio de Litzy continúa impune. Se capturó como principal sospechoso a su primo, Kevin Manolo Rivas Cordón, quien fue ligado a proceso el 4 de enero de 2021. Sin embargo, la familia de Litzy denuncia que no creen que sea el único responsable. 

https://rudagt.org/temas/el-femicidio-de-litzy-cordon-un-crimen-que-nunca-debio-suceder-lleva-un-ano-en-la-impunidad/

Aunque la familia sospecha que hay más personas involucradas, el Ministerio Público no ha investigado a profundidad. El padre de Litzy ha solicitado que se consideren más elementos pero la fiscalía, a cargo de Maritza Salguero, ha hecho caso omiso a las peticiones de la familia que es querellante adhesiva en el proceso.

El juicio contra Kevin Rivas se programó para junio de 2022.

Igualmente en el departamento de Zacapa, el 4 de julio de 2021 desapareció la joven Melisa Palacios cuando se dirigía a una fiesta a la que nunca llegó. Su cuerpo fue encontrado en un terreno boscoso en Río Hondo, Zacapa. Melisa era estudiante de contaduría pública y auditoría en el Centro Universitario de Oriente -Cunori- de la Universidad de San Carlos. 

https://rudagt.orgni/temas/unamenos-melissa-palacios-no-murio-la-mataron1/

Por este femicidio el 25 de agosto de 2021 la PNC capturó a José Luis Marroquín Ovalle de 27 años y María Fernanda Bonilla Archila de 20 años. Habían permanecido en fuga durante un mes y se les envió a prisión preventiva luego de su detención. 

El caso ha tenido altibajos, ya que el 8 de diciembre de 2021 el juez José Maximino Morales del Juzgado en Zacapa a cargo del caso, decidió reformar el delito para las personas acusadas quienes ahora se procesarán por “homicidio cometido en estado de emoción violenta” y “encubrimiento propio” en lugar de femicidio.

Este cambio despertó el dolor y la indignación de la familia, quienes llegaron a encadenarse en las afueras del juzgado para rechazar esta medida, y fueron desalojados por la fuerza.

https://rudagt.org/temas/familiares-de-melissa-palacios-se-encadenan-por-el-cambio-de-delito-que-beneficia-a-sus-femicidas/

Desde entonces la familia ha estado luchando por la vía legal para que a Marroquín y Bonilla se les procese por femicidio. El 31 de enero de 2022, la jueza Sandra Mejía del Juzgado B de Primera Instancia Penal y Narcoactividad de Zacapa se excusó de seguir el caso, por “sentirse agredida por los diversos comentarios en redes sociales y medios de comunicación”. 

Esto dejó en un impasse la posibilidad de que se regrese el delito de femicidio a las personas acusadas. De hecho, el 25 de enero de 2022 la acusada María Bonilla realizó una transmisión de video en vivo desde la prisión, burlándose de la familia y negando su participación en el femicidio de Melisa.

Actualmente la excusa de la jueza fue aceptada y el expediente del caso se  envió a la Gestión Penal de Chiquimula para que se designe a una nueva jueza que lleva el caso.

El año 2021, 15 mujeres fueron víctimas de femicidio en Zacapa, de acuerdo con los datos del Observatorio de la Mujer del MP.

Declarando la Avenida de la Luz

Periódicamente, la familia de Luz María del Rocío López Morales ha caminado por la avenida Simeón Cañas en la zona 2 de la Ciudad de Guatemala, hasta el punto donde fue encontrado el cuerpo de Luz. En un tragante ubicado al lado del Diamante de Béisbol Infantil, aparecería Luz con señales de violencia luego de permanecer desaparecida por dos días. 

Quien denuncia su desaparición sería luego identificado como el principal sospechoso de su femicidio: Jorge Zea, el esposo de Luz. Según testimonios de personas cercanas a Luz, Zea había manifestado ser sumamente celoso y controlador con ella; la llevaba y la recogía del trabajo y la acusaba constantemente de mentiras.

El domingo 24 de enero de 2021 distintas colectivas feministas se autoconvocaron a la Plaza de Las Niñas para manifestar su indignación por el recuento de femicidios contra niñas y mujeres cometidos en enero de ese año, que llegaron a ser 39; es decir que hubo más femicidios que días en el mes.

https://www.rudagt.org/temas/los-caminos-hacia-la-justicia-feminista/

Las mujeres luego acompañaron la caminata por la Avenida Simeón Cañas donde la familia de Luz María expresaría su duelo por el femicidio de su hija, sobrina y hermana. 

A partir de entonces realizaron caminatas periódicas, pegando volantes y amarrando listones morados y amarillos como exigencia de justicia y para que no se olvide la historia de Luz. También realizaron un altar justo en el tragante donde se encontró a Luz, como símbolo de memoria.

Luz María era una profesional de la criminología, graduada de la Universidad Rafael Landívar. Su trabajo soñado era ayudar a las personas sobrevivientes de violencia, y lo logró alcanzar dentro del Modelo de Atención Integral a Niñez y Adolescencia -MAINA- del MP, donde acompañaba casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes. 

Actualmente el inicio del juicio contra Jorge Zea sigue pendiente, luego de que la jueza Raquel Méndez Letona considerara que la investigación del MP reunía los elementos necesarios para incriminar a Zea y sin importar que su abogado defensor pidiera clausurar provisionalmente el caso.

https://rudagt.org/temas/iniciara-juicio-contra-el-femicida-de-luz-maria-lopez-morales/

El inicio del juicio se había programado para el 23 de diciembre, pero se reprogramó para el 20 de enero de 2022. Nuevamente se cambió la fecha porque el juicio aún no fue agendado en tribunales, por lo cual sigue pendiente la conformación del tribunal que juzgará a Zea por el delito de femicidio con agravio.

https://rudagt.org/temas/un-proceso-lento-en-la-busqueda-de-justicia-para-luz-maria/

 Sin importar el tiempo, la familia de Luz se ha mantenido firme en la exigencia de justicia, y en cada una de las audiencias, suspendidas o no, realizaron manifestaciones en las afueras del Juzgado de Femicidio en la zona 10 de la Ciudad de Guatemala. Portando carteles y playeras con una ilustración de Luz y su hija, siguen demandando al Estado que haga justicia por Luz y por todas las mujeres y niñas.

Solo en el departamento de Guatemala se registraron 213 de los 534 casos de femicidio reportados a nivel nacional en 2021, de acuerdo con datos del Observatorio de las Mujeres del MP.

Perdura la impunidad

Estos tres casos son una muestra de historias que lograron alcance nacional, donde hay una familia y una red de apoyo detrás. Son un indicio que motiva a pensar en el resto de 984 mujeres víctimas de femicidio entre 2020 y 2021 y la impunidad que existe en el 43% de los femicidios de 2021 y 70% de 2021.

En este contexto, las movilizaciones por la justicia para las mujeres siguen siendo necesarias y aún más cuando se observa a las instituciones de justicia priorizando casos de persecución penal contra activistas en lugar de dar justicia a tantas mujeres sobrevivientes de violencia y víctimas de femicidio.