En Guatemala no existe una normativa general sobre acoso laboral, y muchas veces está implícito el acoso sexual, sobre todo al ser mujer. En la actualidad varias instituciones dicen tener protocolos para la atención de estos casos, pero no todos llegan a un castigo ejemplar contra el agresor, como el caso de Victoria.

En 2021 durante un citación en el Congreso de la República de Guatemala se dio a conocer que se han presentado 21 denuncias sobre acoso laboral al Ministerio Público (MP) y que la mayoría de estos son mujeres.

Victoria de Los Ángeles Villagres a los 22 años trabajó de mesera en un restaurante ubicado en la Calzada San Juan, que se especializa en vender pollo frito.  El año 2017, conoció a un gerente, quien le dio la bienvenida. En los primeros meses esta persona se mostraba amable y respetuosa, generando confianza entre jefe y trabajadora. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, él cambió de conducta llegando a acosarla.

Un mes después la trasladaron a otra línea del mismo restaurante. A los 15 días el mismo gerente llegó al lugar en donde trabajaba Victoria. Él le comentó “es que te venía siguiendo”, esto la asustó, pero lo ignoró pensando que era una broma.

Una vez, cuando Victoria estaba realizando un conteo de bodega, el gerente se acercó y la abrazo llegando a tocarle el seno, ella inmediatamente le quitó la mano y le indicó que no hiciera eso de nuevo, cosa que el gerente no lo tomó muy bien.

Después de ese hecho, el gerente comenzó a asignarle más trabajo pesado a Villagres, en altas horas de la madrugada y en sus turnos nocturnos. Los compañeros de trabajo se dieron cuenta de esto, a veces se quedaban con ella para que no estuviera sola con el gerente. Sin embargo, él se dio cuenta y comenzó a cambiar horarios para que no estuvieran con ella.

“Lloraba y decía. No entiendo ¿qué es lo que quiere?”, expresa Victoria. Ella quería cambiar los horarios de trabajo, pero no podía debido a que trabajaban un mes de día y otro de noche.

En algún momento decidió romper silencio y hablar con el departamento de recursos humanos, junto con otras dos chicas que padecieron esta misma situación, esto fue apoyado por otros compañeros del trabajo. Después de contar los hechos, el departamento no hizo nada. Tiempo después, despidieron a Victoria junto con las compañeras y compañeros que la apoyaron. La juzgaron por “abrir la boca” y que esto perjudicaba a los demás.

La importancia de una tipificación dentro del marco legal de acoso laboral

El convenio 190 sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define en su artículo no.1 que tiene como objetivo ser una herramienta para eliminar todas las formas de violencia y acoso en las relaciones laborales en el marco de la progresividad de los derechos en el trabajo.

Este tratado lo han firmado en seis países: Argentina, Ecuador, Fiji, Namibia, Somalia y Uruguay. Guatemala no ha ratificado el convenio 190 y tampoco ha tipificado el acoso laboral como un delito. Sin embargo existen ciertos artículos en el Código de Trabajo que ayudan a proteger la integridad de la persona trabajadora, como el artículo 10 y 35. El art. 35 literal d.

El artículo 10 prohíbe cualquier represalia contra los trabajadores y el artículo 35 literal d, se juzgan si los contratos atentan con la dignidad de los trabajadores guatemaltecos que han sido empleados en condiciones inferiores a los derechos correspondientes a los trabajadores nacionales y que estas leyes prevén las mayores garantías.

Mujeres luchando contra el acoso laboral 

La Asociación Mujeres en Solidaridad (AMES), es una organización cuya finalidad es ayudar al desarrollo integral de los derechos de las mujeres, su compromiso es por la defensa de los Derechos Sexuales, Reproductivos y Laborales y la no violencia contra la mujer.

Ellas reiteran la importancia de que el Estado se adhiera y ratifique el Convenio 190 la OIT, con el fin de fortalecer las herramientas legales para combatir contra el acoso sexual y laboral.