El periodismo centroamericano bajo ataque, una radiografía de la región
Recientemente la Red Centroamericana de Periodistas llevó a cabo el foro titulado: el periodismo centroamericano bajo ataque. Durante este evento, se discutió la preocupante situación en la que se encuentran los medios de comunicación y los periodistas independientes en toda la región, quienes son objeto de hostigamiento, criminalización y persecución.
Ocho periodistas de diversos medios y países abordaron la problemática que atraviesa el ejercicio del periodismo en Centroamérica en contextos hostiles, de amenazas, ataques y persecución penal contra medios y periodistas.
Un grupo de fundadoras y fundadores de medios de comunicación, conversaron en el marco del evento realizado en Costa Rica, en el que estuvo la presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Angélica Cárcamo; por Guatemala participó una de las fundadoras de Ruda y Prensa Comunitaria, Quimy De León y la periodista Marielos Monzón; por Nicaragua, Wilfredo Miranda fundador de Divergentes; por Costa Rica, Álvaro Murillo; por Honduras, Leonardo Aguilar, periodista de Contracorriente y Óscar Martínez director de ElFaro de El Salvador como moderador.
Destacó la participación de José Carlos Zamora, reconocido periodista e hijo de José Rubén Zamora, fundador de El Periódico y ahora encarcelado. Ese medio de comunicación a su cargo cerró luego de resistir ante ataques y hostigamientos.
La persecución y criminalización
Durante su participación, José Carlos, hijo de Jose Rubén, hizo hincapié en que su padre sufrió un constante hostigamiento y persecución antes y durante el proceso penal que enfrenta.
Además, resaltó la importancia que tiene seguir realizando periodismo independiente ante las consecuencias negativas que situaciones como las que describió, acarrean para Guatemala en materia de libertad de expresión y derechos humanos.
“El caso de Jose Rubén sirve como ejemplo y amenaza, pero al mismo tiempo hizo que haya más solidaridad entre periodistas y que estén colaborando, más que nunca, para hacer periodismo de denuncia. La mejor defensa para los ataques a la libertad de prensa es más periodismo”, enfatizó.
José Carlos pidió continuar brindando apoyo a los periodistas, jueces, fiscales honestos y a la sociedad civil, en el contexto actual del país.
Según su perspectiva, el presidente Alejandro Giammattei tenía objetivos claros en el caso de su padre. En primer lugar, Giamattei quería castigar a Zamora personalmente, debido a que sus acciones resultan molestas para él. En segundo lugar, buscó cerrar elPeriódico, con el fin de enviar un mensaje claro a todos los periodistas, indicando que ejercer el periodismo es considerado un crimen.
Estos supuestos objetivos señalados por Zamora reflejan la preocupación por la represión y el hostigamiento hacia la prensa independiente en Guatemala.
En ese sentido, resaltó la importancia de proporcionar fondos, protección, asistencia legal y visas para aquellos que se encuentran en riesgo debido a su labor en la lucha contra la corrupción. Además, planteó la idea que muchos países deberían cerrar sus fronteras a los corruptos, como una medida para combatir este problema de manera más efectiva y proteger a aquellos que defienden la honestidad y la transparencia en la región.
Al finalizar José Carlos afirmó que su padre es inocente y que el caso en su contra ha sido fabricado y carece de pruebas sólidas. A pesar de un proceso de 11 meses, no se ha logrado presentar evidencia concluyente debido a la falta de sustento en su contra porque argumentó que los datos presentados han sido sacados de contexto para perjudicarlo.
La periodista Quimy de León expresó que el caso de la detención y criminalización de José Rubén Zamora es considerada como parte de la persecución hacia la resistencia, la organización antisistémica y el ejercicio de los derechos ciudadanos.
“Se había estado desarrollando desde el 2004 cuando se detienen a los primeros campesinos que están exigiendo tierras en la Costa Sur y en Alta Verapaz, hasta la fecha, miles de personas, especialmente en territorios indígenas, tienen persecución penal”, explicó Quimy.
Además mencionó que el caso de José Rubén Zamora es emblemático, ya que refleja un patrón que va desde lo local hasta lo nacional. Este caso, indicó que implica un castigo ejemplar que envía un mensaje a la ciudadanía, periodistas, comunicadores y medios de comunicación, ya que al ejercer el periodismo, informar sobre hechos relevantes y brindar cobertura a temas de importancia puede ser castigado.
Sobre el juicio contra José Rubén Zamora y la exfiscal Samari Gómez, puedes leer más aquí:
Censura en Centroamérica
Leonardo Aguilar, periodista de Contracorriente, comentó que ha enfrentado dificultades significativas en su labor periodística debido al contexto de violencia en Honduras, donde se han registrado numerosos asesinatos de periodistas, llegando a un total de 98 periodistas asesinados desde el 2001. Esta situación de represión y violencia ha planteado grandes desafíos para la prensa y el periodismo independiente en Honduras.
A pesar de las promesas de cambio que acompañaron la llegada de la nueva presidenta hondureña, Xiomara Castro, la realidad muestra una caída significativa en su imagen pública y popularidad. Además, la imposición de un estado de excepción ha limitado la libertad de expresión, suspendiendo garantías constitucionales y generando un ambiente de inseguridad para los periodistas.
En el caso de Nicaragua, según Wilfredo Miranda, periodista de Divergentes, el exilio se ha convertido en una realidad para gran parte del periodismo independiente. Los periodistas nicaragüenses se enfrentan a dos opciones: exiliarse o arriesgarse a la cárcel si deciden ejercer el periodismo dentro del país. El exilio implica la pérdida de contacto directo con la realidad y la calle, así como dificultades personales, como separarse de la familia y perder la nacionalidad.
Además, los periodistas exiliados deben adaptarse a las nuevas formas de hacer periodismo, utilizando tecnología y estableciendo contactos para obtener información desde el exterior.
La directora de APES, Angélica Cárcamo, mencionó que el gobierno actual ha implementado reformas legales que criminalizan la labor periodística, lo que ha llevado a la persecución y el exilio de varios periodistas. Se destaca que el 85% de las vulneraciones a la prensa son generadas por instituciones estatales, tanto desde el Congreso como desde el Ejecutivo, a través de una constante estrategia de ataques, especialmente en redes sociales.
Además, se hace hincapié en el complejo escenario que enfrentan las mujeres periodistas, quienes son objeto de ataques de odio y acoso en línea, con comentarios violentos y discriminatorios que no se dirigen de la misma manera a los hombres periodistas.
También se señaló el acoso hacia los medios de comunicación independientes, con el cierre de varios de ellos y la reducción de personal en otros. Incluso, se menciona el cierre de canales de televisión abierta y de medios comunitarios, incluyendo un medio indígena que buscaba visibilizar las necesidades de esas comunidades.
Para Guatemala, Quimy mencionó que se realizan acciones de calle, incidencia y denuncias, como una forma de resistencia frente a la censura. A través de esta organización, se busca dignificar la labor periodística y fortalecer el trabajo en el ámbito editorial y del periodismo, enfocándose en producir contenido de calidad y riguroso, que incluya investigaciones que relatan historias relevantes.
“A pesar de los desafíos inherentes a esta labor, se trabaja arduamente para llegar a las audiencias y generar conciencia sobre el derecho a la información. Se reconoce que la lucha contra la censura no se limita a nivel local, sino que también se encuentra en la colaboración con periodistas de otros países, permitiendo la realización de investigaciones colaborativas cuando las circunstancias locales dificultan esta labor”, finalizó Quimy.
Marielos Monzón, indicó que “estamos enfrentando al miedo, nos estamos enfrentando al terror como decía nuestra compañera Quimy, pero también a partir de ese miedo y de ese terror estamos organizándonos porque nos están atacando en conjunto y están copiando las tácticas del gobierno de Nicaragua, el espejo de los gobernantes autoritarios. Si nos atacan en conjunto nosotros nos defendemos en conjunto, porque no se trata solo de nuestra libertad de expresión, estamos defendiendo el derecho de las y los centroamericanos a saber y el derecho a estar informados. No nos callarán y el silencio no es nuestra opción”, puntualizó.
Alvaro Murillo reconoció haber creído que Costa Rica estaba protegida de situaciones adversas, pero la realidad demuestra lo contrario. Al ser vecinos de Nicaragua, donde existe una dictadura cercana, Murillo considera que es un error pensar que están exentos de enfrentar desafíos en materia de libertad de prensa.
Mencionó que el presidente Rodrigo Chávez afirma defenderse de las mentiras de la prensa, pero Reporteros Sin Fronteras señaló que ha atacado verbalmente a los medios de comunicación. Destacó que, a pesar de haber ocupado el quinto puesto en el índice de libertad de prensa, Costa Rica ha experimentado una caída significativa en un corto período de tiempo, refiriéndose a los discursos estigmatizantes y amenazantes contra periodistas y medios de comunicación, señalados por la Relatoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Añadió también que algunos periodistas se autocensuran para evitar enfrentar una realidad desconocida en Costa Rica por lo que considera que los periodistas en ese país ahora se encuentran en la necesidad de hacer activismo en favor de la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información.
Red de periodistas
“La Red de Periodistas se distingue por no representar a organizaciones o instituciones, sino por ser un colectivo que se ha organizado en respuesta a la creciente amenaza a la libertad de expresión en Centroamérica”, expresó la periodista Angélica Carcamo.
Además, reconoció que muchos de sus colegas enfrentan situaciones similares y resalta el valor noble del periodismo como medio, para educar e informar a la ciudadanía, fomentando el pensamiento crítico. Y para continuar con esta labor, subrayó dos necesidades fundamentales: mantener la unidad gremial y el crecimiento de la red. Además, en establecer procesos de movilidad para brindar apoyo a colegas perseguidos y ofrecer asesoría legal.
Al finalizar el evento se reiteró la importancia de seguir realizando un periodismo de calidad, ya que esto repercute en el derecho al acceso a la información para toda la ciudadanía.