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Cuba: diez cosas que puedes hacer en cuarentena si estás embarazada

Fotografía: Jorge Ricardo Ramírez Fuentes

Por: Isabel Cristina López Hamze

1-Escribir un libro de poemas para tu hijo. En ese libro le contarás cómo fue tu embarazo en cuarentena. Cómo el ruido de los carros se sentía cada vez menos. Cómo, desde la ventana, la ciudad se veía más pequeña y cómo, a pesar de lo triste y lo feo del virus que se propaga afuera, los pájaros entraban cantando a tu cocina a picotear los pedacitos de pan que les dejabas todas las mañanas después del desayuno.

2-Estresarte mucho porque los nacidos en pan-demia, aunque su nombre lo insinúe, ya no vienen con un pan debajo del brazo, sino con un nasobuco (mascarilla)  puesto. Ya tienes muchos nasobucos de flores, de animalitos, de colores, lo que no tienes en casa es casi nada de la canastilla, pues todo te lo iban a mandar tus familiares «de afuera».

3-Hacerte una sesión de fotos con la ropa que ya no te sirve. Así tendrás la esperanza de volver, algún día, a tu peso original, lo cual sería doblemente bueno, pues, como no tienes canastilla, con la ropa enorme que te queda ahora puedes hacer sabanitas para el bebé.

4-Alegrarte de no tener que salir a la calle y así evitas la más difícil tarea con una gran panza de por medio: afeitarte las piernas. Cuando termine la pandemia ya te habrás acostumbrado a ser peluda y quizás hasta instaures una nueva moda ecológica.

5-Decirle a papá que te dé un masaje profiláctico para las estrías en la pancita, para acercarse un poquito en medio del distanciamiento social.

6-¡Duermeeeeeeeee!

7-Bailar con las manos en la cintura, aunque ya hayas perdido la cintura por completo. Bailar en cuarentena aumentará la inteligencia emocional de tu bebé, algo recomendable para los que nacerán durante o después de la crisis.

8-Desconectar los datos del celular y conectarte con tu bebé, que se mueve despreocupado, sin miedo al coronavirus, como si el planeta fuera tan limpio y puro como tu líquido amniótico. Si te concentras bien, puedes sentir sus manitos apoyadas en tu vientre, como queriendo asomarse al mundo antes de tiempo.

9-Organizar las ropitas que tienes para el bebé. Tal vez, como yo, has heredado ropas y zapatos de niños de hasta 5 años, aunque el tuyo aún no ha nacido. Entonces dedícate a separar en bulticos y escribe afuera la edad que se corresponda con el contenido. Así evitas descubrir un bolso con ropita para 5 meses cuando tu hijo ya tiene 3 años.

10-Aplaudir a las 9 de la noche a los médicos y llorar de la emoción aprovechando tu hipersensibilidad de embarazada. Si estás sobre los 30 recordarás que en tu infancia los vecinos también aplaudían de noche cuando llegaba la luz luego de un larguísimo apagón en el Periodo Especial. Ahora se aplaude más fuerte a la luz más deseada en estos tiempos: la de los médicos de Cuba y del mundo.

Publicado en Revista Alma Mater