¿Cómo puede llegar a tener millones una mujer pobre en Latinoamérica, sin comprar un billete de lotería, tan solo una cifra que iguale la riqueza que gasta el empresario Carlos Slim en un día? La respuesta es trabajando 90 años de su vida. Este dato es uno de los muchos que resalta en el informe “Econo-nuestra”, realizado por Oxfam Centroamérica. 

Por Ana Alfaro

Vivir 90 años es inalcanzable, pues la esperanza de vida en América Latina según la Organización Panamericana de la Salud, es 74 años. Eso casi disuelve la oportunidad y muestra la gran desigualdad y calidad de vida para la mayoría de la población de los países de la región.

Esta situación tiene muchas respuestas que se manejan a menudo, pero que empieza con la palabra “impuestos”. Según este informe, en toda la región la mitad de la población más pobre entrega un 45% de su escaso dinero en impuestos; el uno por ciento más rico no llega al 20%. Esto se traduce a que las personas más ricas, que forman parte del 1% más privilegiado, apenas pagan 20 centavos por cada dólar de ingreso. Entonces, esos famosos impuestos, siguen siendo pagados más por los pobres, de acuerdo con ese dato, y no por los ricos.

“Nuestro informe publicado en 2015, “Privilegios que niegan derechos”, alertaba sobre una peligrosa tendencia: ‘32 personas concentraban una cantidad de riqueza igual a la que tienen el 50% más pobre de la región’. En 2024 esta cifra ya es aterradora. Solo dos personas han logrado un ascenso meteórico en el crecimiento de sus fortunas y son ellas quienes poseen lo mismo que el 50% más pobre. Hay revistas que apuntan a ‘semejante logro’ como un mérito. Tenemos que reconocerlo, no es meritorio, es vergonzoso”, anotó en el informe Gloria García-Parra, directora regional de Oxfam en América Latina y el Caribe.  

¿Por qué será que las riquezas de los ricos crecen, pero las de los Estados apenas si suben un poco?

La verdad revelada en el estudio es que desde el 2000, el conjunto de fortunas de los multimillonarios ha incrementado 368%, casi seis veces más rápido que el crecimiento de la economía en la región; lo que equivale a US$43,7 millones al día o US$306 millones a la semana. Algo que no pasa con la contribución tributaria en países de Latinoamérica, ya que apenas creció en 1,7 puntos porcentuales del PIB regional, al pasar del 20 % en el año 2010 al 21,7 % en el 2021. 

“El descontento es palpable, es necesario reformar la economía -egoísta y depredadora- por una economía nuestra, que favorezca a todas las personas, que brinde dignidad traducida en derechos”, resalta García-Parra.

Los impuestos son una situación de discordia entre quien paga más o quien paga menos, pero este estudio desmiente que los pobres pagan impuestos y que quienes pagan menos  son los ricos. Así lo mencionó Nasheli Noriega Izquierdo, coordinadora de Feminismos y Justicia de Género de OXFAM. “La pobreza en mujeres indígenas fue del 43.9%, mientras que para hombres no racializados fue del 20.9%. Aún así, la mayoría de las personas pobres en la región entrega un 45% de su escaso dinero en impuestos mientras que la élite del uno por ciento más rico, no llega al 20%”. Esto desmitifica que los pobres no pagan impuestos, por un lado, y que no existen alternativas a la austeridad”. 

Con los hallazgos que da este análisis sobre la economía en Latinoamérica, el informe brinda una radiografía de la polarización de la riqueza, las consecuencias en el empobrecimiento y las desigualdades, y el papel de los sistemas tributarios en este proceso, como los límites del modelo de desarrollo y de los sistemas democráticos, para cumplir sus promesas de bienestar económico e inclusión social. 

Además, propone una agenda para avanzar hacia un modelo económico y social que ponga fin a las desigualdades. Las recomendaciones que sitúa para disminuir la desigualdad también van de la mano de  cinco medidas tributarias que permitirían ampliar la recaudación pública y llegar a más población y mejorar su situación. 

Esta podría ser una solución a ese gran problema que existe en los países como Guatemala y señala el informe como aspecto importante, “poner en marcha sistemas nacionales de cuidados y duplicar el gasto público en acciones que hagan frente a la crisis climática en la región”.

Mayor recaudación de impuestos a los ricos

Hay cinco propuesta que da Oxfam para una justa recaudación de impuestos que, incluso, los gobiernos han pasado por alto :

1. Los impuestos a la riqueza extrema son un elemento central para promover sistemas tributarios más justos, frente a la extrema polarización de la riqueza en la región entre el 50% más pobre y el 1% más rico.

2. Revisar los incentivos tributarios al sector empresarial para suprimir las prácticas más agresivas en el conjunto de países, es decir, todos los casos con tarifas cero y reducir a la mitad los créditos fiscales y las exenciones en renta empresarial. Si se hace un cambio aplicándolo se permitiría elevar la recaudación en US$129.000 millones, lo que equivale al 1,99 % del PIB regional.

3. Reducir a la mitad las pérdidas tributarias derivadas del uso de guaridas fiscales, por medio de la coordinación tributaria internacional y de controles al traslado artificial de beneficios empresariales. Limitar la evasión y la elusión fiscal en la región lograría generar unos ingresos tributarios adicionales de US$8.600 millones anuales.

4. El impuesto a las rentas y ganancias de capital podría recaudar US$12.540 millones adicionales al año.

5. El cobro de impuestos a las ganancias extraordinarias podría recaudar alrededor de US$41.800 millones. En Guatemala, gracias a la captura de mercados, las empresas del sector formal logran imponer precios a los consumidores y se quedan con alrededor del 80% de la productividad laboral.

Pobreza y cambio climático

Noriega Izquierdo resaltó que, de acuerdo a la información que brinda el estudio, la crisis climática también está afectando a las mujeres pobres. “Las mujeres son las más afectadas por el aumento de las cargas desiguales del cuidado que implica el impacto del cambio climático en sus medios de vida, y la atención a las personas adultas mayores a la par de las generaciones más jóvenes, redundando en un aumento de la pobreza de tiempo que no les permite insertarse al mercado laboral y formal de manera igualitaria y generando dobles o triples jornadas de trabajo”, señaló. 

Hay 70 millones de personas en pobreza contabilizadas hasta el 2022, si Guatemala implementara más impuestos para los ricos directamente a sus riquezas y ganancias otra historia y monto alcanzaría el gasto público para inversión en escuelas, hospitales, carreteras y demás necesidades que tiene el país. Estos datos nos dan una mirada a la poca capacidad de los Estados de exigirles más a los que están cómodamente bien y con privilegios extendidos.