RUDA

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“CRIMEN PASIONAL MENTIRA NACIONAL”

Crédito: BBC News

Jesús Ociel Baena, era una persona no binarie que trabajó en la política, los derechos humanos y el activismo en favor de la población LGBTIQ+ en México.

Por: Angie Ross

Este lunes 13 de noviembre, se dio a conocer el asesinato del Magistrade Jesús Ociel Baena, suplente del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes, México, junto a su pareja. Ambas personas fueron encontradas sin vida en su domicilio. 

Por el momento, se desconocen las circunstancias de la muerte, pero las autoridades mexicanas informaron que ambas personas tenían heridas con arma blanca y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, confirmó que una de las víctimas era el Magistrade. 

El secretario de Seguridad de Aguascalientes, Manuel Alonso García, declaró que “no hay indicios que haya habido una tercera persona en el lugar. Probablemente se lastimaron entre ellos mismos”. Las autoridades, en una evaluación inicial, clasifican el incidente como un posible "crimen pasional".

Pero la hermana de Ociel, Bianca Baena, explicó que el Magistrade fue amenazado hace cuatro días a través de redes sociales en un programa en vivo.

"Siempre le decíamos que se cuidara, pero nunca quiso alejarse… y lo vamos a recordar con mucho amor, todo su esfuerzo y toda su batalla que él llevaba porque lo llevaba con precaución, sabía que era una batalla muy difícil. Luchaba con la ayuda de muchos”, declaró Bianca.

No es un crimen pasional, es de odio 

Doug Tejeda Guerra representante de la Red Gay Latinos en Guatemala explicó que el impacto del asesinatdo del Magistrade puede generar temor entre otres compañeres  LGBTIQ+,  para participar en la política. 

Señaló que esta preocupación no se limita solo a México, sino que abarca toda la región latinoamericana, donde la población LGBTIQ+ experimenta un abandono vergonzoso y carece de garantías para acceder a sus derechos humanos. 

Destacó que figuras como la de Ociel ofrecían cierta esperanza de apertura y reconocimiento más amplio de los derechos humanos para la comunidad LGBTIQ+,   pero este trágico suceso puede amedrentar a quienes desean participar en el ámbito político.

En cuanto al matiz de “crimen pasional” que se intenta dar al crimen de odio, Tejeda Guerra sostuvo que esto podría ser un intento de desviar la atención. 

Opinó que la sociedad tiende a sexualizar y avergonzar a la comunidad LGBTIQ+, y considera improbable que el asesinato haya sido un crimen pasional. En su opinión, la naturaleza del crimen, perpetrado con arma blanca, sugiere que hay un sufrimiento significativo involucrado, indicando que el acto se llevó a cabo desde una motivación de odio más que por motivos pasionales.

Doug destacó la necesidad de que la comunidad permanezca fuerte y resista, especialmente después de la trágica muerte de Ociel y otras compañeras del movimiento. Reconoció que, aunque Ociel era más visible debido a su posición política, estos incidentes son desafortunadamente comunes en América Latina, y la frecuencia no muestra signos de disminuir. 

Doug instó a les activistas a seguir resistiendo y exigir a los Gobiernos de la región soluciones legales para abordar los crímenes de odio, aunque reconoce que aún hay un largo camino por recorrer. "Siempre he creído que las personas LGBTIQ+  somos la última frontera de los derechos humanos", expresó. 

Además, destacó la falta de empatía de los Estados hacia la comunidad e ilustró  por ejemplo que en la sociedad se presenta el desvío de la noticia sobre el asesinato de Ociel y se enfoca en poner atención al lenguaje inclusivo, lo que llevó a burlas y actos de odio.

Doug señaló que la sociedad está lejos de entender a las personas LGBTIQ+  como sujetos de derechos humanos y lamentó que la gente normalice burlarse del sufrimiento de esta comunidad, o aplaudir actos de violencia, “está normalizado todo tipo de violencia en contra de nosotres por el simple hecho de ser quienes somos”, concluyó Tejeda Guerra.