Actualmente este proyecto de agua abastece a más de 8 mil personas que habitan la aldea Pojom, de origen maya Q’anjob’al.

Texto y fotos por Darinel Amílcar Domingo Andrés

En 2012, la población de la aldea Pojom comenzó la construcción de su proyecto de agua potable. Fue la primera y la última obra que lograron durante la gestión de Donato Santizo, cuando era alcalde municipal. Desde entonces, quedaron excluidos por las siguientes administraciones en el municipio de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango.

La única razón que los mantiene en el olvido, dicen, fue por rechazar la imposición de dos hidroeléctricas de la empresa Energía y Renovación, S.A. que buscaba desviar el caudal de los ríos Pojom, Yalwitz y Q’eq Sat, con los que se abastecen de agua las ocho aldeas y cuatro caseríos de la microrregión de Yichk’isis.

Sin embargo, este lunes 12 de agosto, las autoridades comunitarias decidieron dar un cierre final a ese conflicto y junto a los primeros parcelarios de la comunidad, mujeres, niñas, niños y estudiantes conmemoraron los 12 años de este proyecto de agua potable.

Las mujeres realizaron un recorrido simbólico con sus tinajas desde el nacimiento del río Jolomxaq hasta el tanque de agua comunal, para recordar el trabajo comunitario que se realizó en beneficio de la población, mientras en viviendas, cada persona decoró su pila de agua con adornos, candelas y veladoras.

Actualmente este proyecto de agua abastece a más de 8 mil personas que habitan esta aldea maya Q’anjob’al.

“El agua es un ser vivo que circula en nuestro cuerpo, nos da vida, alimentación y salud. Lo que hacemos en la casa y en los cultivos es gracias a la sagrada agua, por eso es importante cuidarla, honrarla y defenderla”, expresó Eulalia Mateo, una comadrona de Pojom.

En el tanque comunal, el grupo de alabanza de la Iglesia católica se unió a esta fecha con cantos mañaneros, luego una celebración cristiana y finalizó con una refacción en el salón comunal. Una fiesta total.

Los habitantes del caserío Plan de Pojom también se unieron a la celebración, ya que hace poco terminaron la construcción de su propio tanque de agua, un proyecto financiado por la misma comunidad.

Según la historia de la comunidad, las primeras personas que llegaron a habitar la tierra de Pojom, fue a principios de 1800, en las orillas de los ríos. Algunos de estos ríos llevan el nombre de los señores que llegaron a vivir allí, como el río Welax y el río Palas Yaquin, que hace alusión a la familia Velasco y Francisco Diego, respectivamente.

Los primeros pobladores vieron que la tierra era habitable y se establecieron beneficiándose de los ríos, hasta que se vio la necesidad de un proyecto de agua potable, porque la comunidad había crecido. Con el paso de los años, el tanque que distribuye el agua ya no alcanzaba para la población y se tuvo que gestionar otro proyecto para la construcción de los tanques cada vez más grande que el anterior.