En la ciudad de Guatemala la conmemoración del 8 de marzo tuvo varios matices, durante todo el día hubo actividades en el centro histórico, tanto desde las diferentes organizaciones, así como desde el gobierno.  El día empezó con la conmemoración y exigencia de justicia por las 56 niñas del “Hogar Seguro” y el reconocimiento a la abogada Virginia Laparra, presa de conciencia y ahora libre. Por la tarde en la marcha que recorrió la zona 1, hubo diversos bloques que salieron a exigir el respeto de sus derechos, exigieron justicia por las mujeres desaparecidas, un alto a la criminalización de activistas sociales y a hacer escuchar su voz.

Por Jimena Porres

“Menstruar es político” se leía en un cartel que sostenía una jóvena dentro del Bloque Rojo. Este bloque fue convocado por el movimiento Period Guatemala, que se dedica a eliminar el tabú y estigma menstrual para proponer una menstruación más digna. Es el cuarto año consecutivo que el Bloque Rojo marcha en el 8M para darle más visibilidad al movimiento, convocaron públicamente a un grupo de voluntarias, se juntaron antes para hacer sus carteles y conversar de la importancia de la menstruación en los ámbitos políticos, de salud y emocional. 

“Esta la he sentido yo distinta, tuvimos una participación muy bonita de voluntarias, tanto en el encuentro previo como en la marcha. No solo fue el marchar hoy, sino conocernos antes y hablar. El ambiente siento que está muy bonito y este año por razones políticas, se siente un poco más esperanzador”, comentó Marcela Osorio, coordinadora de voluntariado en Period. Guatemala.

Como Bloque Rojo, también salieron a exigir la Ley 6044 de Salud Menstrual. Sandy Paz, comentó que su razón de marchar con este bloque es la importancia de hacer visible la importancia de la salud menstrual. “Hay niñas que no logran llegar a estos servicios que son vitales cada mes. Entonces es importante gritar y manifestar para que esos derechos sean dados a quienes corresponden”. 

Otro de los bloques que marchó fue el Bloque de Jóvenas. Organizándose a través de varias asambleas previas, para pactar lo que pasaría durante el recorrido, salieron por sexto año consecutivo liderando la marcha que salió desde el Palacio de Justicia. “No más mujeres criminalizadas” era una de las frases escritas en una manta colgada en la caravana que lideraba al bloque, refiriéndose a todas las mujeres que el Estado ha criminalizado por distintas razones en los últimos años. 

Majo Dominguez, que formó parte de la comisión de consignas, comentó que se realizaron consignatarios para que todas tuvieran acceso a estos y supieran cuando gritar dependiendo de los puntos por los que pasaban. “Es algo muy liberador poder gritar y darle sentido a lo que nos convoca realmente a la marcha” declaró, resaltando la importancia de que las personas que vean la marcha pasar, sepan sus exigencias. “Sigue habiendo una deuda con nosotras porque nuestras agendas realmente no se están moviendo como quisiéramos. Las jóvenas seguimos pidiendo el derecho a decidir, educación sexual integral, derechos sexuales y reproductivos. Entonces para nosotras hoy sigue siendo un día de mucha lucha que no cambia con el contexto”.

“Jimmy Morales a los tribunales” gritó el bloque mientras entraba a la Plaza de las Niñas exigiendo justicia por el caso Hogar Seguro, donde 41 niñas y adolescentes murieron y 15 sobrevivieron con heridas graves en el incendio. “Estamos a siete años de impunidad de este caso, de este crimen. Ya que ahora Jimmy Morales no tiene antejuicio, estamos buscando justicia las mujeres y las jóvenas” explicó Dominguez.

“Nosotras resistimos, nosotras existimos” era la consigna con la que lideraba el Bloque Maya’ Ixoqi’ Wawe’ Öj X’o, donde se encontraban mujeres mayas, kaqchikeles y quichés, y que salió por segundo año consecutivo a marchar. Nanci Sinto explica que salieron a marchar bajo el marco “estamos y resistimos” para hacer ver sus demandas, evidenciar su presencia y mostrar el sistema racista, patriarcal y colonial que persiste en Guatemala. “Hay una necesidad que las estructuras cambien, sobre todo porque las condiciones de los pueblos originarios, de las mujeres y jóvenas mayas siguen en las mismas condiciones”. declaró Sinto. 

Este bloque de mujeres es importante para reivindicar la historia de las mujeres de los pueblos originarios, ya que se les ha intentado borrar y se ha puesto en disputa sus memorias. “A partir de nombrarnos, a partir de estar en esta ciudad, que no es ajena a nosotras porque es un territorio más. El hacer acto de presencia, exigir nuestros derechos y demandar mejores condiciones así como libertad para los ríos y libertad para las compañeras y compañeros que han sido criminalizados por defender sus territorios”. 

Su presencia también es para recordar los crímenes durante el Conflicto Armado Interno, donde hubo intenciones claras del Estado de, a partir de los cuerpos de las mujeres, erradicar a una población entera. “Que hoy estemos presentes evidencia que seguimos existiendo, que seguimos resistiendo”, concluyó Sinto.

Primer bloque de mujeres gordas

Gordoridad Guatemala, una colectiva que busca visibilizar la gordofobia como violencia patriarcal desde 2023, marchó por primera vez este 8M como bloque de mujeres gordas. “Es la primera vez que muchas nos animamos a venir al espacio”, comenta Mafer, participante de la colectiva. “La experiencia de organizar el bloque fue muy gratificante, ya que logramos conectar con otras personas, y hacerlo de manera colectiva se siente muy poderoso. Nos sentimos acompañadas”.

La gordofobia en Guatemala es un tema que todavía no ha cobrado relevancia, por eso hacerse presentes en el 8M es una forma de sentar un precedente. Para la colectiva, es querer ser una referencia a nivel centroamericana, que hay mujeres gordas que buscan más equidad y derechos.