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Benoît Maria y su aporte a las autoridades ancestrales, la agricultura y la medicina Q’eqchi’ e Ixil

Fotografía: Santiago Botón

Por: Quimy de León, Gilberto Escobar y Julián Ventura

Eran las cinco de la mañana, cuando Benoît Pierre Amedee María de origen francés, conocido en Guatemala como “Benito”, y en Ixil como B’enijom, salió de su casa en la ciudad de Quetzaltenango, según información recabada por la Policía Nacional Civil -PNC, quienes fueron alertados por la población a eso de las 7:30 de la mañana, sobre un crimen ocurrido en un caserío. Benito había sido asesinado.

Él era responsable de Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras – AVSF para Guatemala, organización internacional en la que trabajaba desde hace 20 años. Mucho de su tiempo lo dedicó a fortalecer el trabajo comunitario maya Q’eqchi’ e Ixil, entre lo que destaca la reconstitución de las autoridades indígenas y la creación de la Universidad Ixil. Su trabajo se desarrollaba apoyando la iniciativas desde la agricultura sostenible, los mercados campesinos, la veterinaria, la medicina ancestral, así como la recuperación de semillas nativas.

Se conducía solo, en un viaje hacia las comunidades indígenas en donde trabajaba, según el comunicado de AVSF. Iba en el picop que lo caracterizaba, pintado como piel de cebra, cuando “fue interceptado por individuos desconocidos“ quienes le dispararon, el vehículo tenía al menos 19 impactos de bala de calibre desconocido, según el reporte de la PNC.

Esto ocurrió cuando pasó por un tramo de la carretera bastante desolado, en el caserío Pacam de la aldea Canamixtoj, en San Antonio Ilotenango del departamento del Quiché. Este es una ruta alterna por un camino vecinal que conduce a Santa Lucía La Reforma en Totonicapán, desde donde se puede seguir para llegar a Alta Verapaz. Pese a lo desolado del camino y que no hay casas en el lugar sino hasta 3 kilómetros después, los vecinos e incluso la policía de San Antonio aseguran que las comunidades en ese municipio son tranquilas y que en ese lugar no tienen registros delincuenciales.

La gente sabe que el acostumbraba tomar atajos para poder acortar tiempo y distancia, según el reporte de la policía, algunos vecinos le veían transitar por ese camino, pero “desconocían en donde trabajaba y en donde vivía“. Este camino es muy tranquilo, nunca había ocurrido algo así, incluso sus pertenencias quedaron en el picop, que al parecer iba en marcha cuando lo atacaron, explica un agente policial de Ilotenango.

El tenía previsto llegar a Chisec, según informan algunos agricultores que sabían que estaría de visita los días siguientes a su asesinato.

Una de las personas que le conocía dijo “no sabemos que iba pensando en ese momento, quizás escuchando música. El rock de los noventa era su género favorito, o quizá solamente iba manejando con los ojos puestos en el camino”.

En ese mismo picop 4×4 pintado de cebra donde lo asesinaron, es en el que se trasladaba, para poder apoyar varios proyectos en distintos lugares del país. La embajada de Francia en un comunicado del 10 de agosto dijo que “el señor María obraba para mejorar la vida de las poblaciones más desfavorecidas del occidente del país“.

Desde hace 20 años trabajaba en la región q’eqchi’, fortaleciendo una red de agricultores en los municipios de Chisec y Raxruhá “el trabajaba desde entonces fortaleciendo una red de agricultores que trabajan diversidad de cultivos de la región con organizaciones locales, con pequeñas organizaciones de base“.

Dentro de la cultuya maya q’eqchi’, como en otros pueblos se fortalece el sistema médico ancestral, y según comunitarios, Benito también apoyaba estos procesos con comadronas y de atención en salud con terapeutas tradicionales. Había apoyado a varios pueblos que administran sus tierras colectivas y recursos naturales, y que hacen turismo comunitario, por ejemplo en las Cuevas de Candelaria.

Debido a la pandemia, según narran algunas personas que conocían su trabajo en Chisec, habían dismunído sus visitas al territorio, porque “normalmente acostumbraba a venir los lunes una vez al mes, se reunía con algunos agricultores para verificación de parcelas, y se quedaba una semana, trabajaba apoyando los mercados campesinos y veía que cosas necesitaban para los cultivos.“

También trabajó en territorio Ixil, apoyando a promotores veterinarios, formando promotores de salud y medicina natural, algunas personas lo recuerdan desde 1996 apoyando a la asociación Apaptix que producía medicina natural, que surgió apoyada por Veterinarios Sin Fronteras y otras organizaciones, con sede en Nebaj.

Desde el 2013 volvió a trabajar en esta localidad apoyando en la diversificación de la producción agrícola y apoyando fuertemente el fortalecimiento de las autoridades indígenas y su sistema de justicia “nos apoyó al fortalecimiento de nuestra organización, sobre la importancia de la agricultura desde el punto de vista de las autoridades ancestrales, nosotros hemos impulsado la diversificación de la producción y la recuperación de semillas criollas, para esto él se metió de lleno, conociendo y visitando a las comunidades. Él se acercó a la realidad del pueblo maya.“ dijo una de las autoridades del pueblo Ixil de Nebaj.

Pablo Ceto, rector de la Universidad Ixil, fue “un gran aliado de los pueblos indígenas, del pueblo ixil, q’eqchi’, si algo apreciábamos de el era su respeto hacia los procesos comunitarios. Fue un apoyo para que la discusión se ampliara, fue uno de los colaboradores en la creación de la Universidad Ixil. También participó fortaleciendo los procesos de agricultura y veterinaria local, desde prácticas ancestrales“. Se identificó mucho con la cultura maya “siempre portaba el morral Ixil, el mismo que llevaba cuando lo asesinaron“ dijo.

Fue parte de los consejos de examinadores en esta Universidad e invitado a dar cátedra desde la práctica “su relación con la juventud de la universidad, ha sido de compañerismo, de solidaridad y de humanismo“ dijo otra autoridad de este pueblo. Esa misma juventud que en su memoria han mostrado su tristeza a través de un video.

Tanto el pueblo Q’eqchi’ como el Ixil han defendido hasta la fecha su derecho a la tierra, el 3 de agosto de este año, las autoridades indígenas fueron notificados de la sentencia de la Corte de Constitucionalidad en la que se otorgó el amparo “a favor del pueblo Maya Ixil de Nebaj, sobre la propiedad de la tierra en donde se encuentra la comunidad de la Aldea Ak’ul, despojada por el Estado de Guatemala el 09 de diciembre del año 1983.”

Al consultar a varias organizaciones y personas individuales que lo conocían, las palabras no lograban salir y con la ayuda de un respiro articulaban frases, una de ellas dijo “tememos por nuestras vidas”, otras no quisieron hablar.

Reacciones de indignación y esclarecimiento

En las redes sociales de las provincias que le conocían por su trabajo, escribieron con indignación y consternación. El artista y cineasta q’eqchi’ Nelson Cetino hizo una ilustración en su memoria.

¿Quiénes y porqué, lo asesinaron? son las preguntas que deben resolver las autoridades de la justicia guatemalteca.

Varias organizaciones se han pronunciado, una de las autoridades Ixiles dijo “esto afecta a los pueblos indígenas, a quienes amamos la naturaleza, el medio ambiente. Exigimos y esperamos resultados del trabajo e investigación que realice el Ministerio Público, para que se localice a los autores materiales e intelectuales“.

El periodista indígena Santiago Botón escribió en sus redes “nunca me imaginé que promover la educación liberadora de los jóvenes tuviera enemigos acérrimos, nunca me imaginé que acompañar las reivindicaciones comunitarias agitaría al propio demonio.“

El Vicepresidente de la República, Guillermo Castillo expresó en un comunicado su solidaridad con Veterinarios Sin Frontras y la familia de Benito y dijo que “es imperante que las instituciones correspondientes esclarezcan este hecho de violencia y otros que se han registrado contra defensores de derechos humanos.“ La Procuraduría de Derechos Humanos recomendó al Ministerio Público “investigar y determinar responsabilidades”.

Benito será recordado, como el amigo, como el compañero de lucha de varias comunidades de Guatemala, “el también soñaba con un mejor país”, algunas personas lo recuerdan desde una canción que dice “aquí seguimos. Aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos“.

La embajada de su país recibió con consternación la noticia del asesinato, además mencionan que están en comunicación con las autoridades guatemaltecas para que este crimen sea esclarecido.

Emmanuel Macron, presidente de Francia, emitió un mensaje en su Twitter señalando que el asesinato de Benoît Maria en Guatemala fue un acto cobarde. Agregó que su trabajo en comunidades indígenas por más de 20 años y su compromiso humanista con ellas honra a Francia.

En lo que va del año, siguen realizando ataques contra activistas, detenciones arbitrarias, estados de sitio y de prevención, amenazas a autoridades ancestrales y terapeutas mayas. Solamente en junio hubo crímenes terribles como el asesinato del Aj Ilonel Domingo Choc, el asesinato a Medardo Alonzo Lucero maya ch´orti´ y el asesinato de Fidel López activista de CODECA en Izabal. En agosto ocurrió la desaparición forzada del campesino y pastor Carlos Enrique Coy maya q’eqchi’ el 3 de agosto y el asesinato de Benoît Maria.

Es en ese mismo contexto que Alejandro Giammattei articuló la figura de un Consejo Nacional Indígena, que fue vista como una estrategia de deslegitimación de las autoridades indígenas y ancestrales reconocidas por los pueblos y comunidades. Esto dio como resultado que se denunciara como irrespeto y racismo al punto que La Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo contra los Pueblos Indígenas en Guatemala -CODISRA, recomendó al presidente, que hiciera una disculpa pública por lo suscitado, específicamente con las autoridades indígenas en San Juan Comalapa.

Parece ser que la pandemia en Guatemala no ha impedido que se siga persiguiendo a quienes protegen la naturaleza y trabajan para recuperar el tejido social comunitario.