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Bailes, juegos y risas: la resistencia del Paro Nacional 

Angie Ross

El #ParoNacionalIndefinido en Guatemala, que comenzó desde el 2 de octubre, ha adoptado un enfoque inusual y sorprendente en medio de las manifestaciones pacíficas. En lugar de las típicas escenas de protesta caracterizadas por tensiones y conflictos, las calles se han llenado de juegos, bailes, risas y un espíritu de resistencia. 

Con información de Angie Ross

A pesar de los intentos estatales por desacreditar y desalentar las protestas ciudadanas que comenzaron a inicios de este mes, como lo hizo el presidente Alejandro Giammattei durante una conferencia de prensa del 9 de octubre, la población en Guatemala ha encontrado una forma única de expresar su descontento y resistir contra las acciones que consideran han puesto en peligro la democracia y han irrespetado el voto popular expresado en las urnas. 

Un aspecto notable en medio de las manifestaciones del paro nacional, ha sido que las niñas y los niños también han encontrado un espacio para disfrutar y ser parte de este movimiento, como ha sucedido en Antigua Guatemala, Ciudad Satélite de Mixco, cuatro caminos, en la Ruta Interamericana a inmediaciones de Totonicapán, entre otros. Estos lugares se han convertido en algo como un “patio de juegos”, con fútbol, cuentacuentos y hasta payasos, lo que subraya la necesidad que siente la población de contar con espacios públicos donde la convivencia cordial sea posible.

En este contexto, la protesta no se limita exclusivamente a los adultos; personas de todas las edades han transformado la alegría en una herramienta de resistencia poderosa y eficaz.

Lo que ha captado la atención más allá de las fronteras de Guatemala es que el país se ha vuelto viral en redes sociales, gracias a lo que se ha denominado como los "pasos prohibidos" y se ha visto en los diferentes territorios del país como en Cobán, Alta Verapaz, donde un médico se unió a la protesta con un peculiar baile.

Las manifestaciones han servido como una especie de escenario para la expresión a través de movimientos de baile populares, como el breakdance, que se popularizó durante la pandemia y las cumbias que se hicieron en la ciudad capital.

Cientos de personas han sido captadas en video mientras replican coreografías inspiradas en el reguetón o TikTok. La creatividad y la alegría de la población se han convertido en la avanzada de esta resistencia única y vibrante como lo fue Avenida Centroamérica y 12 calle de la zona 7 capitalina.

Estas manifestaciones se han convertido en una plataforma diversa para expresar el descontento de maneras variadas. En particular, las mujeres han alzado sus voces y se han entregado al baile, saltando cuerda o liderando coreografías en las calles como una forma de protesta, exigiendo un cambio con sus acciones y expresiones.

Este enfoque resalta cómo diferentes culturas han concebido la danza como una herramienta para resistir situaciones complejas, fomentando la armonía social y promoviendo la unión y la construcción de lazos comunitarios.

En el contexto del paro nacional, las personas que cruzaban los puntos de resistencia en motocicleta o automóvil eran invitadas a bajarse de sus vehículos y unirse a la alegría de la protesta, donde se les podía observar con entusiasmo y sonrisas unirse a las acciones.

La población que ha utilizado la creatividad y la música para expresar su descontento de manera única y efectiva, ha encontrado en la diversión y el baile una forma de resistencia pacífica y solidaridad.