Mujeres como Andrea María Reyes representan un punto de inflexión en los perfiles tradicionales de diputadas que han llegado al Congreso de la República de Guatemala. Sin duda, con su rebeldía punk,  imprime un nuevo aire en la esfera política. 

 Con información de Andina Ayala y Eslly Melgarejo

Era viernes 26 de julio, las Rudas teníamos una cita con Andrea Reyes en la zona 1 de la ciudad de Guatemala, esta era la primera vez que conversaríamos. Después de una llamada telefónica con otro abogado del equipo legal del partido político  Movimiento Semilla, cambiaron nuestros planes. Nos apresuramos al automóvil  de Andrea. Teníamos que llegar al Ministerio Público, porque había una posibilidad de que finalmente la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), les entregara el expediente del caso que han abierto en contra del partido. 

Después de una espera de tres horas dentro de las instalaciones del MP, Andrea regresó al centro histórico con las manos vacías. Esa era apenas la sexta vez que ella y el partido solicitaban información del caso del que se les acusa y nuevamente les fue negada

La ahora diputada electa, mantiene una agenda llena de imprevistos debido a los ataques que ha tenido que responder el partido. Luego de ese suceso bebimos algo de agua y sin prisa comenzamos la entrevista.

R: ¿Cómo inicia tu participación en Semilla?

A: Empecé como coordinadora del distrito central, y eventualmente me hice cargo de todos los procesos legales. Este año me convocaron para formar parte del equipo legal a partir de una serie de cuestiones que ocurrieron en las asambleas de departamento de Guatemala. Se dieron cuenta que soy una abogada que realmente tiene intenciones porque el partido vaya por la senda legal.

R: ¿Qué ha sido lo más complicado de tu rol como abogada de un partido político?

A: Los procesos legales, empezar con las inscripciones de los candidatos, nos fue bien, pero el único que sufrió la descalificación del Tribunal Supremo Electoral fue el licenciado Julio Solorzano Foppa, aparte de él, aceptaron a todos los candidatos en el proceso que apoyé y me sentí satisfecha con ese primer logro. 

R: Entonces llegado el día de las votaciones, ¿Cómo experimentaste el 25 de junio, día de las elecciones generales? 

A: Fue un día un poco pesado, porque yo soy fiscal nacional suplente, entonces ese día me la pasé coordinando fiscales y en los centros de votación nos hicieron la guerra. No querían acreditar a nuestros fiscales en varios territorios. A las 5:30 de la tarde todavía estaba todavía viendo cómo logramos acreditar personas, fue un poco doloroso, pero logramos acreditarlos a todos y en todas las mesas.

R: ¿Y en el momento del conteo de votos cómo te sentiste?

A: El conteo fue realmente sorpresivo, o sea, empezamos a ver que íbamos en los primeros lugares y en algún momento de la noche, Bernardo Arévalo,  no bajaba del primer lugar y de ahí no bajaba del segundo lugar. Yo hablaba con mis amigos y me decían: “pero yo tengo miedo de que Manuel Conde del partido Vamos lo alcance”, yo respondía: ¡no lo va a alcanzar! 

Para mí fue muy emotivo porque el 25 de junio ese día era el cumpleaños de mi papá, que ya no está con nosotros, entonces yo sí sentí que me estaba cuidando y ya como a las 4 de la mañana me enteré que entré al Congreso como diputada.

R: Sobre el caso que montó el Ministerio Público, bautizado como Corrupción Semilla ¿Qué nos cuentas?

A: Nosotros teníamos conocimiento del caso desde febrero de este año. Sí nos tomó por sorpresa porque nosotros trabajamos muy duro en las afiliaciones del partido en ese momento. Debo decir que la Fiscalía de Delitos Electorales se ha portado muy diligente con nosotros, ellos sí nos dieron el expediente, incluso uno de los fiscales dijo: “es una tontera de caso”. 

R: También hay otra compañera de ustedes señalada en el caso.

A: Cinthya Rojas, ella de hecho se apersonó al juzgado, dio la cara a la justicia y es que, estos casos no aplican a medidas judicializadas, se resuelven en juzgados de paz, además, ¡es un delito prescrito! porque el caso tiene más de cinco años y se venció el año pasado.

El Ministerio Público empieza a activarlo hasta este año, obviamente por temas electorales. Cuando se enteran del caso, Consuelo Porras, la fiscal general, le pide al fiscal Rafael Curruchiche que traslade el caso a la FECI y a partir de ahí no tenemos conocimiento de qué diligencias de investigación, a quiénes entrevistaron y no tenemos idea cómo defendernos porque no sabemos ¿qué es lo que está pasando?

R: También les tomó por sorpresa el allanamiento a la Oficina del Registrador del Tribunal Supremo Electoral.

A: Bueno, primero con el Registrador Ramiro Muñoz y siguió la oficina de Semilla, tuvimos la sensación de que era una vulneración grave a la independencia del Tribunal Supremo Electoral y si lo sentí como una acción grave de intimidación del Ministerio Público. 

Básicamente el mensaje era que no iban a darnos los veintitrés cargos a diputados que ganamos, porque el Ministerio Público no quiere. Así no funciona la democracia, es la gente la que decide.

R: ¿Cómo ves el futuro de Semilla?

A: Como Semilla nos queda seguir firmes en que ahora somos representantes del pueblo, por mi parte me siento especialmente comprometida con las mujeres. 

R: ¿Qué propuestas tienes para tu gestión y en favor de las mujeres? 

Somos un poquito más de la mitad y no estamos representadas en los cargos públicos, esta es una forma de quitarnos poder y la única forma en que la mujer se puede liberar es realmente ejerciendo también poder público. En cuanto a propuestas en lo primero que pienso es, la reforma a la justicia con perspectiva de género, bien importante y necesaria. Todos los casos de violencia tienen que ser diligenciados con la seriedad que esto implica. Vamos a apoyar la reforma de la ley electoral y de partidos políticos, cambios que son necesarios para mejorar la representatividad de las personas.

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 Andrea, es sin duda una mujer de pensamientos y causas diversas. Ha sido abogada en organizaciones projusticia en Guatemala, graduada de la Universidad Rafael Landívar, en donde como estudiante fundó el colectivo Landivarianos junto al diputado Samuel Pérez. Se identifica como feminista, es una mujer fuerte y muy sensible. 

Nos comentó que, si apareciera una genia con una lámpara mágica, le pediría tres deseos: democracia, acceso a servicios y a agua potable, y que ya no haya tanto sufrimiento en Guatemala.