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Thelma Aldana: “Consuelo Porras está acabando con la institucionalidad del Ministerio Público, está retrocediendo ocho años de buenas administraciones”

“Una persona que está investigando en la Fiscalía de Derechos Humanos no puede de la noche a la mañana empezar a investigar casos de robos contra turistas. Es un contrasentido”

En entrevista exclusiva con Prensa Comunitaria, la ex-fiscal General del Ministerio Público (MP), Thelma Aldana habló acerca de los daños a la institucionalidad que implican los recientes cambios que Consuelo Porras realizó en once fiscalías del MP, incluida la Fiscalía de Derechos Humanos. Comentó sobre todos los retrocesos que ha habido en el mandato de Porras y las esperanzas que tiene de volver y ayudar a reconstruir Guatemala. 

Thelma Aldana, fue Fiscal General del Ministerio Público de Guatemala entre 2014 y 2018; la segunda mujer en ocupar el cargo, después de Claudia Paz y Paz. Fue magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) entre 2009 y 2011 y Presidenta del Organismo Judicial hasta el año  2012. 

Al frente del Ministerio Público fortaleció la Fiscalía Especial Contra la Impunidad FECI y en conjunto con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)  lograron la desarticulación de estructuras de defraudación aduanera del Estado y de corrupción dirigidas por los altos mandos de poder político y económico de Guatemala. 

Aldana desarticuló estructuras como La Línea, el caso que llevó a prisión al binomio presidencial Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti en el año 2015. Abrió expedientes por plazas fantasma en el Congreso, por corrupción investigó ministerios como el de Infraestructura y Comunicaciones y el de Salud. La justicia persiguió el caso Botín en el Registro de la Propiedad, algo sin precedentes en la historia política del país. 

Actualmente ocupa el cargo de Asesora Principal de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), una organización líder en investigación y defensa de los derechos humanos en las Américas, con sede en Washington, Estados Unidos. País en el que reside desde mayo de 2019 en calidad de asilada política, tras haber sufrido amenazas de muerte en Guatemala cuando participaba como candidata presidencial. 

¿Qué opinión tiene al respecto de los cambios realizados por la Fiscal General Consuelo Porras en once fiscalías del Ministerio Público?

Sobre los cambios que se han dado dentro del Ministerio Público recuerdo que justamente las últimas reformas a la ley orgánica del MP iban encaminadas a instalar la carrera fiscal. La carrera fiscal fortalece a la institución y premia a los buenos fiscales, además orientaba hacia la especialización, porque una persona que está investigando en la Fiscalía de Derechos Humanos no puede de la noche a la mañana empezar a investigar casos de robos contra turistas. Es un verdadero contrasentido. 

Toda la capacitación, todo el esfuerzo hecho en la Fiscalía de Derechos Humanos prácticamente se pierde, eso ocasiona retrasos en todos los expedientes porque quien asume una fiscalía tiene que empezar a comprender y sobre la marcha a capacitarse y lo mismo sucede en la otra fiscalía. Y cuando son once el tema es más complejo. 

Sobre la Fiscalía de Derechos Humanos, ¿desde su mandato se priorizó esta fiscalía en particular o se dio alguna recomendación? 

Cuando yo asumí como Fiscal General era consciente de que Claudia Paz y Paz había iniciado un proceso de fortalecimiento del Ministerio Público y entonces yo sabía que tenía que continuar. Por ejemplo, al sistema de gestión había que darle continuidad y fortalecer todas las fiscalías. La Fiscalía de Derechos Humanos por supuesto fue debidamente fortalecida con  nuevas agencias, con más personal y las capacitaciones que son absolutamente necesarias. Siempre se requieren métodos especiales de investigación dependiendo el área en donde estén los fiscales. 

¿Hubo alguna mejora o algún aporte a la carrera de fiscales, qué tipo de esfuerzos se hicieron en su mandato para fortalecerlos en capacitaciones? 

Sí, hubo un cambio en la unidad de capacitación institucional, para diseñar currícula y procesos de capacitación a todas las fiscalías. Para nombrar a un fiscal de sección, agente fiscal en diferentes puestos de las fiscalías nunca lo hice sin un criterio de recursos humanos o sin tomar en cuenta a mi equipo. Siempre escuché las propuestas y eso está por escrito, previo a hacer cualquier traslado. Desde mi gestión se hicieron pocos traslados, salvo los absolutamente necesarios para la buena marcha de la institución. Siempre respeté la estabilidad de las y los fiscales, prioricé la especialidad y la carrera fiscal. 

¿Cree que se cometió alguna irregularidad administrativa en el cambio que se hizo a la Fiscalía de Derechos Humanos en lo que respecta a la carrera fiscal?

Pienso que sí, no están dentro del marco de la ley esa serie de traslados antojadizos, sin ningún sustento. A mi juicio sí hay irregularidad. 

En su opinión, ¿a qué responden estos cambios? 

Realmente no tengo idea, creo que ella debería de responder a esa pregunta. Lo que sí sé es que la señora Consuelo Porras está designada como una persona corrupta, con acciones anti democráticas por el Congreso de los Estados Unidos y está en la lista Engel. Una persona que tiene esa condición carece de legitimación para generar esa inestabilidad dentro de la institución. Creo que todas las acciones que la señora hace responden a esa condición que le dijo Estados Unidos de corrupta y de ejercer acciones antidemocráticas. 

¿En su mandato tuvo presión de sectores para limitar el trabajo de la Fiscalía de Derechos Humanos o la Fiscalía contra la Impunidad?

Tuve amenazas de muerte de parte de diferentes sectores por eso tengo medidas decretadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Presiones nunca acepté y creo que eso era tan evidente que nadie ejercía presión sobre mí.

¿Alguna de esas amenazas se debía al trabajo de la fiscalía de DDHH?

Las amenazas que hubo en mi contra persisten, tenían que ver con mi trabajo en general, no puedo descartar ni individualizar nada, pero provenían del crimen organizado y de la mafia. 

¿Qué nos puede contar sobre el trabajo de Hilda Pineda?

A ella la conocía en la institución como al noventa y nueve por ciento de fiscales, que los conocía en tribunales pero nunca había hablado con ellos, con la mayoría no tenía ninguna relación. En el caso de Hilda la conocí cuando empecé a pedir informes de casos y dentro de estos a la Fiscalía de Derechos Humanos. Ella llegó con su equipo, con quien era jefe en aquel momento y tuvimos muchísimas reuniones de trabajo. Me pareció una excelente fiscal, de lo mejor que tenía el Ministerio Público, a tal grado que cuando se dio la vacante de jefatura de la Fiscalía de Derechos Humanos yo la nombré precisamente por su calidad como fiscal. 

La licenciada Hilda Pineda es una fiscal de carrera con todos los méritos para dirigir la Fiscalía de Derechos Humanos y debería revertirse esa decisión, solo el pueblo, solo la sociedad civil, sólo la organización puede presionar para que esto suceda. 

¿Qué tipo de trabajo necesita hacer un fiscal para poder ocupar este cargo, qué tipo de especialización?

Creo que todas las fiscalías necesitan de especialización. En los tribunales de justicia hay mucha similitud, son como entidades espejo con mayor ámbito de competencia. Si usted tiene un juez en el ramo civil y lo va a trasladar al ramo penal créame que está haciendo un cambio de ciento ochenta grados.

Sin menospreciar, no es una oficina administrativa en la que se tienen a colaboradores y se pueden cambiar a diferentes lugares. El MP es una entidad seria que guía la investigación y los fiscales tienen que estar debidamente capacitados y seguros de que están haciendo su trabajo con independencia. Aunque es una entidad jerárquica si hay independencia de los fiscales puesto que la ley establece que ellos son los responsables en las audiencias de lo que hagan, no es el Fiscal General. 

¿Usted conoce al nuevo Fiscal designado para la Fiscalía de DDHH?

No lo conozco o no lo recuerdo. 

¿Nos puede trasladar algunos elementos para tener más clara la gravedad de la remoción de la fiscal Hilda Pineda?

Hay un fiscal que tiene años de estar trabajando en una fiscalía y que tiene la experiencia para guiar aquellos casos, entonces no es recomendable trasladarlo a otra fiscalía sin una motivación, sin un argumento claramente establecido y si eso va a generar un caos en la fiscalía o si la persona que va a sustituir a quién era el jefe no tiene la orientación adecuada y el enfoque que se necesita. 

Si la persona está en la fiscalía de derechos humanos debe tener enfoque de DDHH, pero si hay una persona fiscal que no esté de acuerdo con los postulados de los derechos humanos, ¿qué va a ir a hacer a esa fiscalía? 

No tiene sentido haber trasladado a la Fiscal Hilda Pineda a una fiscalía de Delitos contra Turistas cuando ella estaba haciendo un buen trabajo en la Fiscalía de Derechos Humanos. No tiene ninguna explicación razonable. 

¿Visualiza algún escenario para revertir estas acciones? ¿Qué podría hacer la sociedad civil nacional e internacional?

La población general debe exigirle a la Fiscal General, lo ideal es que renuncie y que se vaya. Luego, exigirle que deje de hacer tanto daño al Ministerio Público, ella está acabando con la institucionalidad, está retrocediendo cuatro años de la administración de Claudia Paz, cuatro años de mi administración, del apoyo de la Comunidad Internacional, de CICIG,  de Naciones Unidas, la Unión Europea. Está dando marcha atrás a todo ese esfuerzo que es también de la sociedad civil. Todo lo que hace no es legítimo porque es evidente que responde a otros intereses que no son los intereses de la ley. 

Hay dos ex fiscales generales que están en el exilio, otros fiscales que han tenido que salir y esto para nosotras que estamos en Guatemala es bastante desesperanzador, ¿Le gustaría regresar a Guatemala? ¿Qué acciones se pueden seguir haciendo?

Cuando una decide ingresar a la carrera judicial o al Ministerio Público sabe de qué está hablando, si va a ser una juez o una jueza penal sabrá que tendrá casos de una magnitud grande, de crimen organizado, de un país de impunidad y como juez no va a esperar que todos sus casos sean relacionados con robos de sillas y de mesas. 

Tiene que estar preparada para lo que sea y para un fiscal general es una situación similar, tiene que saber que va a recibir amenazas de muerte si hace su papel adecuadamente. Tiene que saber que se va a enfrentar a la criminalidad, porque eso hace un Fiscal General. Porque en el Ministerio Público no puede estar con la mafia y con la ley, es imposible, se repelen.

¿Cómo se siente usted en el exilio?

Tengo dos años y medio, ha sido un proceso difícil, pero me siento bien, tengo un estatus legal que me lo dieron muy rápido en Estados Unidos, tengo trabajo, participo en muchísimas reuniones y siempre estoy hablando de Guatemala, es mi tema. 

¿Hay esperanza de que vuelva usted, Juan Francisco y los demás fiscales que están en el exilio?

Claro que tenemos esperanza, así como nosotros tenemos esperanza de que ustedes resistan y nunca dejen de luchar.